Último día de juicio al procés en el Tribunal Supremo. Toni Clapés ha querido aprovecharlo para hacer in situ su Versió RAC1 de este miércoles. El periodista catalán visita la sala de un juicio que a partir de hoy quedará visto para sentencia. Y su visita no ha defraudado.

clapas versio rac1

Ver las cosas pasadas por el prisma de Clapés es verlas diferentes. Su sarcasmo e ironía han bañado la narración. Ya avisaba en conexión con Basté a las 9 de la mañana: "Como diría mi abuela, eso es alta comedia: por todo, la puesta en escena, cómo llegan los magistrados.. Mucha parafernalia para una cosa que está bastante predeterminada".

Clapés ha percibido que no había tanta bandera española como al principio y que la luz amarillenta no acaba de entrar bien, pero lo que le ha llamado la atención de este edificio donde se está juzgando a 9 catalanes encarcelados injustamente es que le ha recordado a otro, precisamente, muy emblemático de las libertades catalanas: "Quizás me impiden la entrada en Catalunya esta noche, quizás no me dejarán volver a casa, pero a mí me ha recordado al Parlament de Catalunya... No sé si la cuestión arquitectónica, la escalinata, la entrada, hay una claraboya de cristal"... Eso sí, para el periodista, "la mezcla del s.XVIII con la carpinteria de aluminio es dantesca".

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"El claustro está bien, Toni", le apunta Francesc Marc-Álvaro. Pero el claustro también le ha recordado a otro edificio catalán: "Me recuerda el patio de los naranjos del Palau de la Generalitat, pero aquí se nota que hay más dinero, más presupuesto... más naranjas. El de la Generalitat es más justo. En el del TS podrías hacer zumos de naranja, son más gruesas". Clapés ha hecho un análisis arquitectónico y decorativo: "La sala de plenos no huele a nada y los sofás para los familiares me han recordado al Museo de Cera: tapizado rojo, te clavas muelles, asientos apretados, estilo Vueling...".

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A Clapés le ha llamado la atención "el efecto narcolepsia, que hace que a los veinte minutos la gente se caiga de sueño como moscas. Incluso los magistrados... Antonio del Moral... o duermen o disimulan muy bien. Quizás es el aire acondicionado". Eso y un cuadro que cuelga y que representa la justicia y el bien por encima del mal, "con unas imágenes tétricas de unos hombres asesinando a una criatura, otro amenazando con una daga...". Una pintura que le ha impresionado. Pero no lo que más: "el momento más duro ha sido cuando Marchena ha dicho de hacer un receso, y ves que los presos se levantan, se giran para saludar a familiares y amigos, y no pueden tener ningún contacto físico. Ponen una especie de cordón sanitario, policías... Es la situación más desagradable y dura que he visto".