Tamara Falcó e Isabel Preysler son un tándem de categoría. Son la realeza de la prensa del corazón, pero también dos personajes con sombras más pronunciadas que su supuesta brillantez. Esta semana la ofensiva ha llegado de la mano del famoso documental navideño de la filipina, que se estrenará el día 5 de diciembre. Se supone que podremos ver a la Preysler real, la de la intimidad de su casa. No se hagan ilusiones, sin embargo. La señora y su universo son tan artificiales que no se lo traga nadie. Una vida impostada, pero que solo revelan aquellos que no le deben ningún favor. Por ejemplo, Carmen Lomana, que la catalogaba como "inculta, ignorante, vulgar y hortera". Le hizo un "siete".
No escucharán, sin embargo, este tipo de expresiones en boca del cronista rosa más famoso y veterano, Jaime Peñafiel. Y mira que el escritor es aficionado a repartir a diestro y siniestro, pero siempre hay clases y clases. Es old school y se nota. Adora a Juan Carlos, pero detesta a Felipe y a su mujer Letizia. Y de la misma manera, protege a la Preysler, pero destroza a Tamara Falcó y, si procede, a Íñigo Onieva. Entre Tami y Peñafiel hay cuentas pendientes: el periodista destripó el gran secreto de la aristócrata, como que había ganado 'Masterchef'. Lo dijo antes de la emisión, provocando un dolor de cabeza descomunal a la productora del programa. Hubo llamadas para silenciar la información insinuada de manera poco disimulada de Jaime. EN Blau puede dar testimonio, igual que pasó con Pablo Motos.
Jaime dedicó varias columnas en 'El Mundo' a filtrar el resultado del programa, una infracción de las normas internas del talent que comportaba una multa de 100.000€ a los concursantes involucrados. Lo hacía a través de sus famosos "Shhhhh": una serie de frases dejando caer bombas, bofetadas y opiniones de cosecha propia descontextualizadas. "Dicen que la sanción por revelar el nombre del ganador o ganadora de MasterChef es de 100.000 euros. A pesar de ello, yo lo sé. Será una grandísima sorpresa. Mi querida amiga Isabel intentó que se lo dijera. A lo mejor, ella también lo sabe". Primer desafío. Y el segundo: "Ya falta menos para que se haga público el nombre de la ganadora de MasterChef Celebrity. ¡¡¡Qué gran sorpresa!!! ¡No para mí ni para su madre...!" Misión cumplida, el nombre ya no era ningún secreto. Tamara, poco después, se despachó contra Jaime: "Me parece una falta de respeto hacia el trabajo de tanta gente, y tantos fans. Es como contar el final del libro. No soy amiga de Peñafiel, ni tengo su móvil ni nada por el estilo". Sentenciado.
¿Piensan que la réplica le provocó tribulación alguna al periodista? Obviamente, no. No siguió con la guerra, ha esperado unos cuantos años. La venganza, cuánto más fría, mejor. Le pega un sopapo de los que hacen daño. Le acusa de frívola, de petulante, e insinúa que no tiene ni idea. "La muchacha no tiene sentido de la medida. Ahora presenta en la prestigiosa revista de decoración 'Architectural Digest' su lujosísimo hogar de recién casada. ¡Tan cursilita ella!" Habla, evidentemente, del famoso ático de millonaria en el que "me he dejado todos los ahorros", motivo de pelea y humillación con el arquitecto Joaquín Torres, y que después de mil y una reformas ha ocupado para acabar diciendo que lo encuentra pequeño, a pesar de sus 190 m². Peñafiel sabe qué tecla tocar. Virtuoso.
