Susanna Griso ha celebrado su cumpleaños haciendo turismo en Tarragona, poniéndose el traje de neopreno para zambullirse entre atunes rojos. Ha ido en familia, incluida su hija pequeña Dorcette. Ha colgado orgullosa la foto a las redes. Griso celebra así su aniversario más especial: el año que ha adoptado a la pequeña de Costa de Marfil y ha perdido a su madre. También la han felicitado en su programa Espejo público.
¡MUCHAS FELICIDADES @susannagriso! pic.twitter.com/7C4MkqmAlS
— Espejo Público (@EspejoPublico) 8 de octubre de 2018
A Griso le están sentando bien los 50, que ya avista. Si en el programa del viernes se destapó acusando a las cargas policial del 1-O de "aberrantes" ahora recordamos qué opinó sobre el procés en una entrevista en El hormiguero: "Es perfectamente legítimo defender la independencia. Pero la unilateralidad de la manera que se ha defendido es lo que me ha dolido porque ha habido un engaño autocolectivo. Eso me hacía sentir estafada y me dolía por mi entorno". El padre de sus hijos es independentista y ella mantiene una posición más crítica: "Me sentía incomprendida, me preocupaba una quiebra emocional con personas que quiero mucho".
Periodista que hace de presentadora, cosa que no siempre va de la mano. Los que la conocen la consideran un poco fría y no del todo empática, pero inteligente. Muy preparada, de las que lo lee todo, sobre todo de política. Se toma muy en serio su trabajo. Sus televidentes catalanes no sólo son unionistas. En Catalunya hace el doble de audiencia que Ana Rosa. Muchos la critican más que a la Quintana pero es porque la ven como la niña de casa que se fue a Madrid. Muchos años en TV3, como Àngels Barceló, que la hacen más próxima y, por lo tanto, más interesante. Ana Rosa es mucho más dura con el independentismo y nunca ha criticado en público los abusos policiales del 1-O. La pareja de Griso votó el referéndum mientras la pareja de Quintana está imputada por presunta extorsión con Villarejo, el de la Operación Catalunya. Pero Griso es catalana, y el foco cae sobre ella mucho más implacable. Per molts anys, Susanna.