El retorno de Susanna Griso al frente de Espejo público ha venido con una de aquellas noticias que han conmovido a todo el mundo: la revelación de que una compañera de profesión, Marta Fernández, sufrió el acoso de un seguidor obsesionado con ella, durante dos años. Un relato aterrador de una periodista y amiga de Griso que pone los pelos de punta:"Se plantaba en mi puerta todos los días. A eso de las siete y media ocho de la mañana se ponía debajo de mi balcón a jugar con una pelota o a cantar o hacia que hablaba con el móvil. Me hacía sentir prisionera en tu propia casa". Y cartas. Cartas que le hicieron coger miedo: "Hola, soy El Pájaro Azul, ¿me permites posarme en tu hombro izquierdo para hablar contigo?... ¿Un café?" o "Te vi salir de tu casa con unas gafas que te tapaban esos ojos que en su día me cautivaron, también recuerdo el día en que bajaste con aquel vestido ajustado que marcaba tu silueta".

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También llamadas y 'regalos' dejados en el balcón de su casa: chapas, hojas secas, llaves de candados... y gritos en medio de la calle cuando la veía: ""Hubo un momento que se puso a gritar en mitad del barrio: '¡Que no me haces caso! ¡Las mujeres cómo sois! ¡Las guapas cómo sois!' Y luego, mirando a la gente que había en el local seguía: '¡Las mujeres que solo queréis a los hombres por el dinero! ¡Que no me hace caso!'". Por no hablar del momento en que el acosador decidió dar un paso más: "Comenzó a acercarse a mí físicamente. Un día presentando un acto lo identifiqué. Me entraron los miles de males y me tuvieron que sacar por la puerta de atrás". El hombre, que se hacía llamar 'el Pájaro Azul', fue detenido y ahora tiene una orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con ella.

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Lo destapó la Griso. Y la misma presentadora catalana hizo una confesión: haber sufrido un caso similar sin llegar a los graves extremos de su colega. Griso ha explicado que recibió una avalancha de llamadas por parte de un espectador, "un chaval que me daba la sensación de estar muy solo". Y que no paraba de llamarla: “En la época de informativos me llamaba, y como no había móviles, me colapsaba el teléfono y no podía hablar con otros departamentos. Me ponía música y me decía que quería hablar”, ha explicado la periodista, que también recibió algunas cartas. ¿Cuándo se acabó? Cuando Griso informó a la dirección de la cadena sobre los hechos: "Hablaron con él y con sus padres".