Andy Warhol decía que todo el mundo en su vida tendría sus quince minutos de gloria. Se ve que ahora los que reclaman su cuarto de hora de gloria son los de Sociedad Civil Catalana. Pero el intento es tan torpe, tan de chichinabo, que da la sensación de que todavía tienen que comer muchas sopas (de tomate Campbell, ya que hablamos de Warhol) para llegar a tener entidad en el olimpo del sarcasmo o las reivindicaciones.

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El viernes anunciaron a bombo y platillo que cortarán los túneles de Vallvidrera cada viernes hasta que se acabe la protesta de la Meridiana. "Hasta que los trabajadores no puedan volver tranquilamente a casa después de largas jornadas de trabajo, los independentistas tampoco podrán ir a esquiar con tranquilidad los fines de semana". Chim pum. El esperpento encabezado por su presidente, Fernando Sánchez Costa, ha tenido continuidad este lunes en el programa Tot es mou de TV3, donde SCC ha seguido con su sonsonete iniciado la semana pasada: "Hay una correlación entre voto independentista y renta media alta. Hay menos independentistas con rentas medias bajas, es un hecho...". Eso decía hoy.

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Hoy, la palabra que ha utilizado Sánchez Costa ha sido "boutade", del francés, "Despropósito pretendidamente ingenioso, destinado generalmente a impresionar." Pero lo que querían ser unos fuegos artificiales de la provocación se han quedado en una escopeta de feria. "Tiene un punto de boutade que ustedes entenderán", le ha dicho a Helena Garcia-Melero. "Sobre todo queríamos exponer que si el corte en la Meridiana se hubiera hecho en la Diagonal o en los túneles de Vallvidrera, hace semanas que habría sido prohibido. Ahora, como está en una zona más humilde, no se ha prestado tanta atención. Por eso queríamos ir a una zona más bien estante". SCC continúa con una empanada mental considerable. Ahora resulta que el independentismo tiene que ver con esquiar y con ir por una ruta u otra...