Shakira es la gota malaya. Cuando has olvidado que continúa con su vendetta interminable contra Gerard Piqué, la cantante colombiana hace '¡chas!', y volvemos a empezar. Una nueva cuchillada al pasado en común, 12 años de supuesta felicidad que acabaron como el rosario de la Aurora. Que sí, que el central le fue infiel. Que la dejó. Que no está bien, que las cosas se podían hacer de otra manera. Pero no es menos verdad que, en este conflicto, lo que conocemos es una parte. La versión de Shakira. Gerard no ha dicho palabra, no quiere entrar. En cambio, Shakira entra, sale, remueve, hace lo que quiere. Clava unos tortazos de época. Algunos hablando, otros cantando. Y nunca tiene suficiente. Ni siquiera por el bien de sus hijos, le da igual. Ella sabrá.
El caso es que este fin de semana volvemos a tener noticias de Shakira y de su cruzada contra el exfutbolista. Se presentó, supuestamente por sorpresa, en el concierto que su amigo (y de Isabel Díaz Ayuso, qué cosas) Carlos Vives ofrecía en Miami. Un pabellón lleno hasta los topes que reventó en un grito agudo e interminable con la irrupción de la de Barranquilla. Vives, coautor de algunos de los temas más famosos de Shakira, se hacía el sorprendido, el conmovido, el alucinado. Casualidades de la vida, la entrada de la artista coincidía con la interpretación de la canción 'La Bicicleta'. Un tema con historia: creada en 2017 en un momento dulce de la pareja, incluía una referencia directa al exazulgrana, al padre de sus hijos Milan y Sasha: "Que si a Piqué algún día le muestras la Tayrona, después no querrá irse pa' Barcelona". Era una especie de declaración de amor. Y de amor, entre ellos, no queda nada.
Shakira, micrófono en mano, cantaba la letra de 'La Bicicleta' sobre el escenario. El griterío era ensordecedor, pero los de oído más agudo pudieron descubrir la maniobra de la cantante para no hacer referencia a su enemigo número 1. Ahora la letra dice así: "Que si a este tipo tú le muestras la Tayrona, después no querrá irse pa' Barcelona". Gerard ya no es Gerard, ahora es "este tipo". Se lo podría haber ahorrado, pero la discreción y el perfil bajo no van con ella. ¿Está obsesionada? Está obsesionada.
Vives ha reaccionado en redes sociales, agradeciéndole a su amiga del alma la sorpresa, así como el dardo a su ex, que hace dispararse el contador de visualizaciones hasta el infinito y más allá. Le ha regalado un hit como hacía tiempo que no disfrutaba. No le hace falta, Carlos es muy conocido, bastante mayorcito y con mucho éxito. Pero a nadie le amarga un dulce. Ni que esté lleno de veneno. Que les aproveche. Pero ya cansa.
