Telecinco va a la desesperada contra la nueva joya de la corona de Antena 3: Pasapalabra. La vendetta de Vasile y compañía contra su gran rival por haberles birlado el concurso estrella ha vivido el segundo round. El primero le salió bastante bien, con el juicio sumarísimo de José Antonio Avilés y sus mentiras compitiendo en prime time contra Roberto Leal. Fue de poco, pero Mediaset superó a 'la cadena triste'. Días después, Pasapalabra ha ocupado la que será su franja, las 20:00h durante los días laborables. Alarma encarnada y 'Sálvame' ceba el duelo con "los secretos mejor guardados de los famosos, que quedarán expuestos". Una pura operación de marketing. Mucho ruido y CERO nueces.

A las 20:00 en punto, un invitado sorpresa cargando una maleta y disfrazado de la parca entra en plató. Uy. Ay. Qué nervios. Hace una entrada supuestamente terrorífica, que apunta a farol. Efectivamente. Detrás de la máscara (y la mascarilla) está Kiko Hernández, que hace dos meses que vive encerrado en casa con sus hijas, y con un ataque de pánico permanente. Hipocondríaco y un tanto misántropo, Hernández dice que las ha pasado canutas por el coronavirus. Todo le daba miedo, y cuando ha salido de casa le han ocurrido fenómenos paranormales: perdió el conocimiento por ansiedad en el médico, e incluso pensó que los OVNIS habían llegado a la Tierra. Lo más fuerte de todo: que se lo cree de verdad. Después de la comedia, empiezan un juego de secretos de fotos y vídeos. Se tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano por mantener la tensión. Colaboradores que ponen los cuernos. Lydia Lozano que llora por un polígrafo. O un vídeo "muy comprometedor de un miembro de la familia del Rey". Pero no vemos nada. Todo es muy secreto. Y muy tramposo: "nos llegaría una demanda que cerraría Sálvame".

Sálvame muerto T5

Kiko Hernández parca T5

Kiko Hernández devuelve Sálvame T5

Jorge Javier Vázquez río T5

Kiko Hernández Jorge Javier Vázquez T5

Kiko Hernández devuelve 2 T5

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Como enmascarar la vuelta de un miembro del programa para engañar a la audiencia e intentar arañar unos cuantos espectadores. Ha dado penita.