El disparate y la infamia se ha instalado definitivamente en VOX. Y la presidenta del partido en Madrid, la hispanocubana Rocío Monasterio, se ha reservado un lugar destacado en la repleta galería de monstruosidades que acumula la formación ultra. No se puede ser más ruin, "conspiranoica" y desagradable, aparte de una mentirosa profesional. La mujer acaba de escandalizar a todo el mundo (menos a la caterva de "mentes brillantes" que tiene por compañeros) al hacer unas horripilantes declaraciones en las que, con la excusa de "defender la libertad en la educación", ha asegurado que en la Comunidad de Madrid "a nuestros niños de 8 años se les dan cursillos en los que se les dice a las niñas que tienen que ser niños, a los niños que tienen que ser niñas, y probar nuevas prácticas sexuales y explicárselas a los demás niños, y hablan de zoofília, de parafilia"

rocio monasterio @rociomonasteriovox

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Cursillos y talleres de zoofilia y parafilias, subvencionados con dinero público y evidentemente, creados por las demoníacas, pervertidas y abyectas mentes de Isa Serra (candidata de Podemos en Madrid). Toma ya. Si pensábamos que habíamos llegado al clímax de la indecencia con VOX, desgraciadamente parece que todavía nos queda una interminable travesía por el desierto. El desierto mental de este grupo de pirómanos "intelectuales", claro está. La tormenta provocada por las palabras de Monasterio ha sido de las que no se olvidan fácilmente.

¿Cuál será la próxima burrada de los ultras? ¿"El chupacabras"? ¿El hombre del saco? ¿Candyman es de Podemos? Dejando el cachondeo aparte, no sólo se le tendría que caer la cara de vergüenza, relacionando a niños de corta edad con asquerosas fantasías sexuales. También le tendrían que exigir responsabilidades por sus chapuceras difamaciones, e incluso plantearse si estos personajes pueden ejercer algun tipo de representación pública. De momento, Monasterio sigue inventando historias para no dormir. Historias que a buen seguro, no explicará a su prole. Esperamos que los padres y madres madrileñas digan basta y vuelvan a meter a VOX en la caverna de la que nunca deberían de haber salido.