Nueva lección de humanidad de un preso político: La que ha ofrecido Raül Romeva, encarcelado preventivamente desde marzo del 2018, y que espera la sentencia del Tribunal Supremo a Lledoners. 1 año y tres meses de cautividad que, a pesar de la crudeza del castigo, no ha hecho disminuir ni unápiceo la dignidad del senador electo (y vetado por las fuerzas políticas españolistas) de Esquerra Republicana de Catalunya. Romeva ha dado un nuevo ejemplo de firmeza, convicción democrática y esperanza en la justicia al mostrar su parte más personal en Instagram, celebrando el undécimo aniversario de uno de sus hijos con una fotografía de archivo y un conmovedor mensaje. "Noah, creen que nos lo vuelven a impedir, pero lo haremos igualmente. Celebraremos dentro y fuera los 11 años, un muro no parará que estos días sean compartidos. ¡Vivir, vivir, vivir!"

La publicación ha disparado la emoción entre los millares de catalanes (y no catalanes también) que observan con preocupación el día a día de los presos políticos. Sí, presos políticos, convertidos en sacos de boxeo para jueces, políticos y periodistas de la caverna. Presos como Romeva, a quien el confinamiento nunca destruirá. Al menos, siempre que pueda contar con el bien más preciado: La estima de su familia. Las redes de Raül se ha llenado de reacciones de solidaridad y ánimos.

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Hace pocas semanas que el infame Rafael Hernando (PP) lanzó aquello de "que se joda" cuando Romeva recogía el acta de senador. Imposible, amigo de los gin-tonics: Romeva tiene todo aquello con lo que usted sólo puede soñar. La dignidad, la responsabildad, la coherencia, el orgullo y el respeto de todo un pueblo. También tiene amor incondicional, un amor que traspasa las jaulas represoras. Y Raül, tarde o temprano, volverá a abrazar a los suyos. Y habrá ganado la partida. Fuerza, compañero. Ánimos, familia. ¡Y felicidades, Noah!