Portugal ha celebrado elecciones este domingo con sorpresas. La principal, el resultado: el actual primer ministro António Costa ha destrozado las encuestas previas y ha obtenido la mayoría absoluta para el Partido Socialista con 117 escaños. Nadie, ni siquiera los propios miembros del PS, se esperaban este desenlace. Todas las proyecciones de voto hablaban de un empate técnico con los conservadores. Papel mojado. Costa hace historia consiguiendo un hito que su formación había alcanzado tan solo en una ocasión. Se entiende que la fiesta en Lisboa haya sido considerable, y que haya empezado en la misma sede socialista desde muy temprano.
Tan temprano como a las 21:00h, coincidiendo con el inicio de muchos informativos de cadenas nacionales e internacionales. También el de TV3: el Telenotícies Vespre de Ramon Pellicer llevó el tema en su sumario, conectando con la periodista Roser Oliver Olivella. Roser, redactora de la sección de Internacional, fue nombrada el pasado mes de septiembre como corresponsal en Oriente Próximo sustituyendo a Txell Feixas. Todavía no se ha desplazado a su nueva ubicación, y quizás para mantenerse en plena forma se desplazó a la capital del país. Ella también protagonizó una de las sorpresas de la jornada.
Ramon Pellicer conecta con la periodista Roser Oliver, desplazada a Portugal / TV3
El concepto de "las cosas del directo" es una caja de sorpresas. Cuando la luz roja de la cámara se enciende, hay que estar preparado para todo. Y cuando a las 21:01 Ramon Pellicer daba paso a Roser, instalada en el epicentro del desenfreno socialista, se vivió uno de estos momentos imprevisibles. La reportera de TV3 miraba fijamente al objetivo mientras escuchaba el plató de Sant Joan Despí, pero de repente la imagen se empezó a tambalear. Asistimos a una serie de movimientos bruscos que el operador de cámara Enric Miró intentaba controlar para ofrecer la mejor imagen posible a los espectadores. A duras penas lo consiguió, teniendo en cuenta la fiesta que se estaba viviendo en aquella sala. Roser, intuyendo el desastre, no se pudo contener y gritó dos palabras a su compañero. De hecho, era una, pero repetida: "¡Vigila! ¡Vigila!"
Los problemas de la periodista Roser Oliver y su cámara para hacer una conexión desde Lisboa y la reacción de Ramon Pellicer / TV3
Fueron sólo unos instantes, pero seguro que parte de la audiencia y de los responsables de realización del TN sufrieron un buen susto, como el que recorría el cuerpo de Oliver y su operador. Afortunadamente no fue más lejos, pero todo el mundo se temía lo peor. Las caras de Pellicer, a medio camino entre el impacto, el alivio y la empatía por las dificultades que estaban sufriendo sus compañeros de informativos era el fiel reflejo de la tensión de la situación.
Roser acabó su intervención en el sumario, pero minutos más tarde volvía a conectar para explicar los resultados con más detenimiento. Una tarea que también fue muy complicada por el griterío del lugar. ¿Cómo lo resolvió? Subiendo más el tono. La escena fue divertida. Incluso despertó la sonrisa de Pellicer, completando una noche a la portuguesa que no olvidará.
La segunda conexión de Roser también hizo reaccionar a Ramon Pellicer / TV3
Vigilar: el nuevo grito de alerta en el TN Vespre. Roser lo ha puesto de moda.