Hay parejas que se conocen en el trabajo. Hay parejas que son colegas de profesión. Hay quien empezó una relación sentimental con algún amigo o amiga que conocían desde jóvenes. Hay quien encuentra el amor en las redes y hay quien lo hace de manera totalmente inesperada, yendo por la calle, en un parque, en la cola comprando el pan o en cualquier otro lugar. Historias de amor hay de todos los colores. Pero la que acaba de conocer el bueno de Quim Masferrer es digna de una película... de una película X, de contenido para adultos, "porno", en definitiva, tal como verbaliza el presentador y actor catalán.

Ya saben los fans de El Foraster de TV3 que ahora no hay programa y que de aquí poco tendrían que empezar a grabar los nuevos capítulos de la nueva temporada que sus seguidores esperamos como agua de mayo. Pero mientras no vemos a Quim paseando arriba y abajo y charlando y conociendo los vecinos de los diferentes pueblos que visita, nos tenemos que conformar, que ya está bien, con la buena gente que conoce precisamente en los teatros donde está representando su imprescindible espectáculo de Bona gent. Un Quim pletórico que baja a la platea para que el público asistente a su show le confiese y comparta historias sobre ellos, a menudo, parejas que le revelan cómo se enamoraron, cómo se encendió la llama. A menudo, son historias que combinan a la perfección el romanticismo con el humor. Como lo que se ha encontrado recientemente mientras actuaba en el Teatre Borràs de Barcelona.

Masferrer se pone a hablar con una chica que se llama Karen y que es de Sant Feliu de Llobregat, pero nació en Ecuador. Una espectadora que habla un catalán perfecto, con una sonrisa gigante de oreja a oreja, que da muy buen rollo y que ha ido al teatro "con Ivan, mi pareja." Quim lo saluda y quiere saber dónde se conocieron Karen e Ivan... Y la respuesta que le da ella lo deja descolocado: "En casa de mi madre". Y "¿se puede saber que hacía en casa de tu madre?"?, pregunta. Y la respuesta todavía es más sorprendente: "Vino a hacer la revisión del gas".... Como dice Quim, "perdona, ¿eh? Pero es el guion de una peli porno. ¿Sí o no? 'Hola, vengo a hacer la revisión del gas'"... Como si fuera una de aquellas películas sobre profesiones del estilo de El fontanero, su mujer, y otras cosas del meter o cosas por el estilo.

 

Evidentemente, Masferrer mete baza y quiere saber más. "Allí no solo hubo una revisión del gas...", y Karen: "Yo no me callé, porque me gusta mucho hablar. Lo tuve toda la hora que estuvo haciendo la revisión, hablando"... Y eso que a él se lo ve más bien calladito. Él fue haciendo revisiones, se marchó y, casualmente, se estropeó el calentador. La madre llamó..., pero vino su jefe, no Ivan. Oh... decepción. Pero la madre de Karen, pilla, cuando ella volvía del instituto, dijo en voz alta: "'Es verdad, que a mi hija le gustó mucho el chico que vino a hacer la revisión la última vez...' Lo llamaron, le dijeron si me podían dar su teléfono y me lo dieron".

Sensacional. El gas en casa Karen funcionaba de maravilla, ya que allí se encendió la llama de su amor con Ivan.