España va con todo contra el catalán. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, por orden del Supremo, quiere liquidar el modelo de enseñanza del país, la inmersión lingüística y el consenso nacional sobre la lengua que ha sido útil, efectivo y provechoso desde la muerte del dictador Franco. Por ello ha lanzado un ultimátum al Govern de la Generalitat, obligándolo a imponer el famoso e infame 25% de horas de castellano en las aulas en un plazo máximo de 10 días. El tiempo corre y nuestra cultura e identidad está en peligro de muerte. Esta sería la cuchillada final, la de los jueces. El golpe definitivo.

Quedarse de brazos cruzados ante este atropello no es una opción para la escritora Pilar Rahola. Y no lo tendría que ser para todo aquel que ame su idioma. Desgraciadamente, Pilar no está encontrando la reacción esperada y necesaria para asegurar la supervivencia del catalán y la dignidad de un pueblo oprimido, sometido y castigado. "¿Qué nos está pasando? ¿Hemos perdido toda capacidad de reaccionar? No recuerdo una época en las últimas décadas en la cual hayamos sido tan incapaces de plantarnos o presionar ante una situación de agresión tan evidente". La situación es alarmante, como explica en uno nuevo 'Palabra de Rahola' que es una llamada al orden en toda regla.

TSJC fachada / ACN

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya / ACN

La Pilar no puede creerse na medida coercitiva como la del TSJC, que prefiere cargarse un sistema basado en el acuerdo de mayorías para contentar a una minoría de catalanes que, paradójicamente, detestan todo aquello que tenga que ver con Catalunya. "Nos obligan por la presión ideológica de unos partidos que rompen la paz educativa que teníamos, nos obligan a cambiar la voluntad soberana del pueblo, la voluntad parlamentaria, la voluntad de las mayorías, las decisiones de los gobiernos y el consenso que teníamos desde los inicios de la democracia". Y lo hacen con "la impunidad absoluta con la que actúan los tribunales y el Estado español en contra de nuestros derechos, y muy obsesivamente en contra del catalán". Nos quieren vencidos y desmenuzados. Quieren el cadáver de una lengua a la que no han dejado de maltratar durante siglos, pero que en plena supuesta democracia todavía maltratan con más fuerza y crueldad.

manifestacion somescola catalan inmersion - montse giralt

Manifestación a favor del modelo de escuela en catalán / Montse Giralt

No son las únicas conductas que demuestran la aversión y el odio del españolismo contra Catalunya: Rahola también recuerda lo que pasa en el Tribunal de Cuentas "lleno de personajes del PP y del españolismo socialista metidos allí dentro a dedo, cobrando una pasta de miedo y arruinando a nuestra gente, y que ahora amplía querellas y que va más allá". También la medida de la Junta Electoral, que quiere quitarle el acta de diputado al miembro de la CUP en el Parlament Pau Juvillà, tal y como hicieron con el presidente Quim Torra. El presente es muy oscuro y Rahola está en alerta máxima. Alerta, sí, pero también descolocada, decepcionada, triste. Y la razón de este desencanto es la respuesta que, desde Catalunya, se está dando a estas situaciones: "¿Y ahora qué hacemos nosotros? ¡Echo de menos todo!"

tribunal de cuentas EP

El Tribunal de Cuentas / Europa Press

Laura estopón y Pau Juvillà en el Parlamento, RDP - ACN

El diputado Pau Juvillà con la presidenta del Parlament, Laura Borràs / ACN

La lista de carencias es enorme: "Echo de menos una reunión urgente de las entidades y de los partidos independentistas para ver qué caray pasa. Echo de menos un pacto nacional en defensa del catalán. Echo de menos incluso reuniones con los partidos que no son independentistas pero que sí que están a favor del catalán en la escuela plantándose. Echo de menos algún tipo de reacción. ¡Este país está dormido! ¡Estamos adiestrados, estamos acojonados!". Y como todo eso no llega, su estado de ánimo se resiente. Pocas veces la hemos oído tan caída y pesimista: "Pensaba que no lo diría, pero me siento avergonzada de mi gente. De mis partidos, de mi pueblo. No lo puedo entender. No podemos estar rendidos. Ellos han descubierto nuestra debilidad, España puede hacer lo que quiera. Y nosotros hemos asumido la debilidad y hemos bajado la cabeza. Me resulta patético que en 2017 quisiéramos cambiar el mundo y en 2022 agachamos la cabeza y aceptamos todo".

 

Rahola estará triste, pero ni vencida ni doblegada. Llama a la acción, al contraataque, a defender nuestro patrimonio más valioso como sociedad y país. "Por favor, partidos políticos, ¡reaccionad! ¡La ofensiva es muy grave, muy brutal! ¿Qué haréis? ¿Unas declaraciones? ¿Algunas ruedas de prensa? ¿No haréis algún proceso de unidad, no haréis alguna mesa de pacto nacional, no haréis algo? ¡Òmnium, Assemblea, no se trata de ir cada uno a la suya e ir haciendo pequeñas cositas, pariditas o cosas simpáticas! Se trata de plantarse colectivamente. Es la lengua, es el catalán. Dejemos de ser insensibles, dejemos de ser un pueblo rendido".