Felipe ha vuelto a Catalunya. Esta vez, para visitar la planta de SEAT en Martorell. Pilar Rahola lo ha recibido como se merece, con un demoledor vídeo en su canal de YouTube, Palabra de Rahola: "Ha venido el rey, el Borbón, se ha paseado otra vez, y otra vez la Policía ha tenido que rodear a los ciudadanos que querían protestar, y alejarlos, no fuera que el Borbón, pobrecito, no pudiera oír con sus orejitas los gritos de protesta". Pero no sólo la Policía, "incluso hemos tenido los Mossos retirando pancartas, parece que ahora su trabajo es ir en contra de la libertad de expresión o del derecho a la disidencia". Hasta aquí el relato conocido. Pero Rahola va más allá y señala a las entidades empresariales que "han hecho un acto muy luminoso de protesta en contra de la situación económica que hay en Catalunya y críticamente con el gobierno catalán". Nombres como el de Antoni Cañete, de la Pimec, o Josep Sánchez Llibre, de Foment del Treball, exigen estabilidad y medidas económicas... ¿Cuál es el problema, según Rahola? Que después de las críticas, vienen el rey y Sánchez, y todo son genuflexiones: "Un Estado que no nos financia adecuadamente, es un depredador de nuestros recursos con un agravio fiscal terrorífico, que no nos paga las infraestructuras... ¿Y qué hacen los Cañete y Sánchez Llibre? ¿Protestar? Nooo. Cuando viene el reyezuelo y el presidente del gobierno, se ponen en fila a ver quien hace antes el lamemanos y la genuflexión". Para la escritora, el espectáculo es "patético. Un rey feudal y unos empresarios con mentalidad servil, silenciados, lamiéndole la manita".