Mañana sábado es 11 de septiembre. Celebramos la Diada, la fiesta nacional de Catalunya. Una efeméride que ha sido mágica para el independentismo durante los últimos 9 años. Nadie olvida cómo empezó un camino hacia el sueño de la autodeterminación y que tuvimos en la mano. Pilar Rahola tampoco: en aquella "mítica manifestación de 2012, Carme Forcadell le dijo a los catalanes: a partir de mañana día 12 empezaremos a trabajar por la independencia. Y así fue". Fueron los años dorados de la causa, con "sinergias espectaculares" para conseguir un objetivo claro y compartido. También las guarda en la memoria: "Hemos vivido Diadas extraordinarias de enorme carga emotiva, aquellas sonrisas de la revolución. Un movimiento pacífico y democrático que decía al mundo que quería existir y que tenía el derecho a exigirlo".

A las manifestaciones masivas se añadieron momentos únicos de la Historia del país, con el 1-O, los porrazos y la defensa de las urnas, o la respuesta social a las penas de prisión que llegarían más tarde. Porque sí: Rahola también lo recuerda con claridad en su 'Palabra de Rahola' que cierra la semana: la represión fue brutal. "Hizo un daño extraordinario. Personas encarceladas, exiliadas, destrucción de patrimonios familiares, miles de represaliados, castigo a la Economía, criminalización de nuestros derechos... Han hecho mucho daño pero no se han salido con la suya. Aquí estamos. Nos hirieron, eso sí".

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Manifestación de la Diada de 2012 Assemblea Nacional de Catalunya / ACN

Años después, aquí estamos, frente a la Diada 2021. La escritora irá a la manifestación, pero sabe que también faltará gente: "Seremos muchos, desconcertados e indignados. También muy fracturados. Y muchos se quedarán en casa. No estamos fortalecidos ni convencidos de que España no llegará a hacer las barbaridades que ha acabado haciendo. Un estado que vive su peor momento desde la dictadura, porque como dijo Rubalcaba, "igual nos cargamos la democracia pero así no perdemos Catalunya".

Ahora bien, Pilar también llama al orden a los partidos independentistas, los que tienen que defender la meta. Su mensaje es contundente: "Estáis abocando al pueblo de Catalunya a unos debates estériles, que ensucian y mienten sobre la causa de la autodeterminación. La mesa de diálogo es un fake absoluto, sabéis que no va a ningún sitio". Y el diagnóstico es aterrador: "Parece que hemos pasado al procés de rendición. No nos manifestaremos como el 12, ni el 13.... ni el 17. Estamos cansados, heridos, fastidiados. Si os habéis rendido no nos hagáis bailar en un baile falso, pero el pueblo que hizo la manifestación de 2012 no permitirá que acaben con el sueño independentista con tomaduras de pelo y mesas de diálogo". Sus últimas palabras, estimulantes: "Diada 2021, la de rehacer heridas. Volver a focalizar el objetivo: la independencia"