2008. Catalunya y su Parlament dictan una norma valiente, honorable. Plena de dignidad y de respeto. La Ley de Protección Animal, gracias a la cual desaparecieron los espectáculos taurinos de las plazas de toros. La fiesta nacional española, eufemismo bajo el que escondían la tortura de animales indefensos, quedaba borrada para siempre. Aunque desgraciadamente esta victoria se quedaba a medias. Sí, porque hacía una excepción con los correbous, que al fin y al cabo es maltratar a un animal pero con otro nombre, lengua y procedencia. Una tradición muy arraigada en zonas como las Terres de l'Ebre y que siguen considerando como un legado cultural. Mentira. O como dijo Pilar Rahola en uno de sus vídeos del canal 'Paraula de Rahola', "la tortura con barretina sigue siendo tortura".

A pesar del rechazo de la escritora y de millones de catalanes y catalanas, las cosas siguen exactamente igual que hace 14 años. Es decir, que en las fiestas patronales y locales de algunas localidades se siguen produciendo imágenes dantescas y salvajadas infectas contra animales indefensos. Los bous al carrer y sus variantes disfrutan de una inexplicable exención en la normativa, y nadie osa ponerle fin para no alborotar a la ciudadanía ni perder votos. Dignidad contra tacticismo político, qué elección tan difícil, ¿verdad? Pues recuerden que esta "es una Catalunya peor, más inmoral. Una marranada".

Correbous ACN
Correbous / Foto: ACN

El correbous que tiene a la red absolutamente indignada

Marranada se queda muy corto para definir el vídeo que circula estos días en las redes sociales, grabado a escondidas y bajo peligro de acabar agredidos (no sería la primera vez que esto pasa) por la ONG AnimaNaturalis. Provienen de alguna localidad tarraconense, y su contenido es aterrador, terrible y no apto para todos los públicos, aunque puedan ver a chiquillos en torno al sacrificio del animal. Una atrocidad detrás de otra, con la víctima atada por la cabeza de forma espantosa, prendiéndole fuego a sus cuernos, etcétera. Eso pasa en aquí, en casa. Sí, la misma de la que salen como setas las voces que liquidan a los españoles por lo que pasa en las plazas de toros, o por los que tiran a una cabra de un campanario, o tantas y tantas burradas. No estamos nada lejos unos de los otros. Damos vergüenza.

Correbous Sant Jaume d'Enveja / ACN
Correbous en Sant Jaume d'Enveja / Foto: ACN

Rahola estalla con vehemencia contra la tortura animal catalana

La reacción de Pilar ha sido furiosa después de ver, con un nudo en la garganta y ganas de vomitar, esta horrible demostración de bajeza humana. Y ella, siempre acertada y prolija en el discurso, tiene bastante con tres palabras para sentenciar la aberración que tiene que hacer sentir vergüenza a la ciudadanía, venga de donde venga. "¡Hijos de puta!", exclama indignada. Su compromiso con el bienestar animal es bien conocido, también su lucha y su vehemencia. A pesar de sus esfuerzos y los de tantos como ella, sin embargo, la partida no se está ganando. La infamia sigue viva. Y los toros, muertos de forma sádica y humillante.

rahola 22 junio
Pilar Rahola, indignada / Foto: Youtube

Basta. No hay país si no hay decencia. Y torturar por diversión, especialmente a aquellos que no se pueden defender, tiene que ser un crimen. Ayer. Hoy. Siempre.