La famosa Ley de Protección de los Animales en Catalunya, la misma que prohibió las corridas de toros en nuestro país, tiene un agujero negro. Una exención muy particular, incoherente y nunca resuelta: no afecta a los correbous, supuesta práctica tradicional en varias zonas del territorio. Considerar el maltrato como un rasgo de identidad es una anomalía que si sigue vigente es por la falta de decisión de los partidos políticos representados en el Parlament de Catalunya, o mejor dicho, por intereses partidistas.

La escritora Pilar Rahola lo sabe, lo sufre y se siente avergonzada día sí, día también, al ver que la hipocresía vence a la ética. Este fin de semana, además, hemos asistido a un espectáculo político muy poco edificante, con la celebración de una consulta popular en Vidreres, en la Selva. Un auténtico desastre en el que ha ganado el sí: sí a hacer daño a los animales por el puro disfrute de sus parroquianos.

Correbous Sant Jaume d'Enveja / ACN

Correbous en Sant Jaume d'Enveja / ACN

Pilar dedica un 'Palabra de Rahola' muy crítico e indignado a este desbarajuste. Y los destinatarios de su enfado son la clase política en general y los partidos independentistas en particular, señalando de forma singular al alcalde de Vidreres, Jordi Camps, de JuntsXCatalunya. Un hombre que ha ido contra el compromiso claro del presidente Puigdemont, que hace algunas semanas se reunió en Waterloo con la Coordinadora por la Abolición de los correbous, demostrando su apoyo inequívoco a la prohibición de estos 'espectáculos' y la derogación de la exención legislativa. El modus operandi de Camps le hace subirse por las paredes: "Permite un debate y una consulta sobre los correbous, cuando el maltrato no se puede debatir ni puede haber consulta. Se escondió y envió el caso a los ciudadanos, no haciendo las campañas adecuadas para la consulta, de manera que consigue que vote menos del 25% de la población. Por el camino, VOX y compañía hacen campaña para mantenerlos, de tal manera que ahora que ha ganado el sí se atribuyen la victoria. ¿Qué es toda esta vergüenza?"

VidreresACN

Las papeletas de la consulta sobre los correbous en Vidreres / ACN

Rahola, sin embargo, no quiere cargar toda la presión sobre el alcalde, y se dirige a los grupos políticos del Parlament, especialmente a los independentistas, un hemiciclo "permanentemente avergonzado ante esta exención. Cada generación de diputados que no lo han cambiado ha contribuido a esta Catalunya insana". No escatima adjetivos ni se muerde la lengua. "Los que luchamos contra este tipo de prácticas no sólo defendemos los animales contra el sufrimiento, también intentamos crear una ética ciudadana. Las sociedades que buscan la alegría, la fiesta y la diversión mientras el animal está sufriendo son sociedades enfermas. Es igual que lo hagamos vía República o vía monarquía española: la tortura con barretina sigue siendo tortura. Es una Catalunya peor, más inmoral. Una marranada".

El remate final: "Yo que soy independentista os lo digo con toda rotundidad. A veces mis amigos independentistas hacen cosas que no puedo entender. El país tiene una vergüenza y tiene que acabar con ella"