Tal día como hoy, hace ocho años que los catalanes celebraron un hito histórico. Las calles se llenaron de ciudadanos para ir a votar por una república catalana. Un día histórico que trajo cola por la cruel reacción española, por la unión catalana de proteger las urnas, por la represión que aún dura hoy en día y porque el mundo pudo observar qué había pasado. Hoy hace ocho años que el día 1 de octubre se convirtió en una fecha muy significativa para Catalunya y, obviamente, Pilar Rahola ha recordado el momento en el canal de YouTube. La periodista inicia su discurso recordando la fecha:
"Ocho años del primero de octubre. Ahora que estamos en un momento de desencanto, de desconcierto, de fragmentación, que hemos perdido aquella ilusión colectiva que nos llevó a hacer un hito histórico, probablemente el hecho épico más importante desde 1714, con una amplia capa de la población catalana creando complicidades, sinergias, luchando en el mismo objetivo que era el derecho a ser escuchados, el derecho a poder votar. Ocho años después y en este momento tan triste en el que vivimos ahora, con un presidente de gobierno que desnacionaliza Catalunya, con una ofensiva de españolización como nunca la hemos vivido, al menos desde el franquismo, y en el peor momento de la debilidad de la fortaleza de nuestro idioma, que está en estos momentos en emergencia lingüística. En este momento así, vale la pena recordar y vale la pena sobre todo reivindicar el espíritu del primero de octubre".

Rahola, obviamente, reivindica el espíritu y el sentimiento catalán: "Fue un espíritu democrático, la voluntad de ser escuchados, el derecho de una nación a elegir su propio destino. Fue un hito de complicidades, gente muy diversa, desde sensibilidades muy diversas, sumando en un frente común para conseguir democráticamente poder votar. Fue un hito de resistencia, gente de todas las edades yendo por la madrugada a preservar las urnas. Imaginen qué metáfora tan bonita que envió Catalunya al mundo. Fue también la capacidad de una gran movilización con la sociedad civil y el ente político, los liderazgos políticos y civiles unificándose e yendo juntos. No solo conseguimos votar a pesar de una represión brutal, sino que sobre todo demostramos que podíamos hacer las cosas de una manera ordenada, civilizada y democrática. Después vino el tsunami de represión, del cual aún sufrimos las consecuencias porque no podemos olvidar que ocho años después aún tenemos al presidente de la Generalitat Puigdemont en el exilio. Y aún lo tenemos perseguido, y aún tenemos a gente que lo quiere encarcelar. Y hemos sufrido prisión de muchos líderes nuestros, civiles y políticos. Y la persecución de ciudadanos por cualquiera de las muchas posibilidades de actuar en el primero de octubre que hubo. Aún tenemos al Tribunal de Cuentas, tenemos aún todas las raíces de la represión. Y además tenemos una Generalitat herida, por ejemplo, del 155. Fue el 155 cuando nos ocuparon la administración de Catalunya, la Generalitat, cuando consiguieron hacer una cantidad enorme de maldades, entre ellas esta".

La periodista repasa el momento actual de Catalunya y da algunas claves: "Ahora estamos mal y obviamente tenemos que hacer autocrítica. La autocrítica de lo que se hizo mal y de lo mucho que se ha hecho mal después. Y conocemos los síntomas del problema: la desunión, el pragmatismo, el conformarse con la situación, el creer que la paz de cementerios que tenemos ahora es vida. No, son cementerios. Si algo ha conseguido el gobierno actual, el gobierno del presidente Salvador Illa, es hacernos creer que la calma es digna. La calma que vivimos en Catalunya es una calma de silencios. Es una calma de desmovilización, de apatía. Nada más que recordar esto, que el primero de octubre lo hicimos. Y un pueblo que en un momento determinado de su historia se levanta como nos levantamos y planta su bandera, que es la bandera democrática, es la bandera de una nación que quiso ser escuchada y respetada, lo volverá a hacer. Pero nos queda mucho trabajo. En estos momentos tenemos que conseguir unificar, tenemos que conseguir romper la fragmentación y superar el desencanto. Si conseguimos todo esto, estamos muy lejos. Y sobre todo romper también el cainismo de los partidos, que cada vez más, piensan más en las elecciones que no en la nación. Si conseguimos todo esto, lo volveremos a hacer. Será nuestra generación u otra, pero el calor está ahí, Catalunya está ahí, la nación está ahí, la herida está ahí, el peligro de la lengua está ahí. Y no nos equivoquemos, España siempre trabajará para desnacionalizarnos, para que seamos no una nación soberana, sino una región simpática, más o menos aceptada y sobre todo domesticada. Primero de octubre, ahora hace ocho años, luchamos por el sueño. Tendremos que volver a soñar". Pilar Rahola, contundente, lo deja claro.