En T5 sólo hay una persona por encima del todopoderoso Jorge Javier Vázquez: el consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile. Es el dueño de la barraca, Il Capo, el 'puto amo', parafraseando a Pep Guardiola. Más que un ser humano, parece un personaje de ficción. Aquellos que no lo hayan visto fotografías, se lo imaginarán como una criatura de 4 metros de altura, dientes afilados de vampiro y cola de dragón de Juego de Tronos. Nada más lejos. A pesar de su poder infinito, parece un abuelo respetable de 67 años. Cuesta hacerle enfadar (María Teresa Campos le llamo "gilipollas" al marcharse de la cadena y después la recuperó de Antena3). Ahora bien, si quien le molesta no está a la altura, es un rival o le importa poco, va listo. De personaje de Heidi pasa a 'El Padrino' a toda velocidad, y las suelta sin reparos. No estamos acostumbrados a asistir a su vendetta en público, y todavía menos a través de la televisión. Pero ha pasado esta semana en 'Todo es Mentira'. La correa de transmisión incluye a dos catalanes. Uno, Risto Mejide, el mensajero. El otro, el destinatario de la bofetada, Paco Marhuenda, director de La Razón. Ha quedado despeinadísimo por pasarse de listo víctima de un knockout de libro a raíz de un sencillo mensaje de móvil.
Paco Marhuenda despeinado en Cuatro
Risto Mejide palmas en la mano Todo es Mentira Cuatro
El decorado de esta curiosa historia es el escándalo de la gran fiesta del unionismo en Madrid a pesar del toque de queda y las restricciones sanitarias por el coronavirus. El diario El Español de Pedro Jota Ramírez reunió a la creme de la creme de la política y la alta sociedad de la capital española para celebrar 5 años de vida. Menos VOX y Podemos, teníamos todos los cromos para completar un álbum lamentable: desde el ministro de Sanidad Salvador Illa a Pablo Casado o Inés Arrimadas. Curiosamente, pocos medios han osado hacerse eco (EN Blau sí, evidentemente) de una fiesta en la que hubo confeti, pero ni una puñetera mascarilla ni ningún rastro de distancia social. Resulta llamativo que las principales cabeceras callen sobre este desbarajuste temerario e impúdico, pero se entiende perfectamente por qué: no tocar las narices a los amos políticos. El programa de Risto prestó atención a la omertá, y quiso pedir explicaciones a Marhuenda. Le llamaron y les intentó despachar por ser la competencia y porque no quería remover el tema. La redactora insistía, tocando la tecla que le hizo derrapar: su diario había organizado una fiesta similar tres días antes, librándose de las restricciones más duras por cuestión de horas. Paco, airado y chulesco, replicaba: "si acaso llamáis a Vasile y que os cuente su vida". Risto hizo caso, llamó al italiano y se hizo el milagro. El publicista era como un niño la mañana de Reyes, y leía el mensaje en directo: "Estoy encerrado en casa, 14 horas sentado frente al ordenador y con el culo cuadrado porque la silla que me ha puesto a disposición mi mujer es de madera. Salgo solo por la noche a pasear al perro alrededor de las 24 horas. Si quiere saber más, dale mi teléfono"
Paolo Vasile habla por el móvil GTRES
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Risto Mejide cara póker Todo es Mentira Cuatro
Paco Marhuenda manos arriba en La Sexta
Pedro Jota Ramírez Pablo Casado fiesta VIP unionista El Español GTRES
La respuesta de Vasile es lo que en muchos lugares de la península conocen como "una guantá sin manos". Si quiere bronca, que la busque entre sus semejantes. Pero en el Olimpo Paco tiene el acceso vetado.