La gala 5 de Operación Triunfo arrancó con la Revolución sexual de La Casa Azul. Una canción idónea teniendo en cuenta la alteración hormonal que supone tener a más de una decena de jóvenes encerrados en la misma casa 24/7. Una revolución que ilustraría Marina, la expulsada de la noche, con el reencuentro con su novio, Bastian.

Una interpretación más que digna de The Voice Within de Christina Aguilera no fue suficiente contra los sentimientos a flor de piel que transmitió Mireya con Cuando nadie me ve, una de las canciones más famosas de Alejandro Sanz.

La dictadura de los favoritos enamorados

Alfred y Amaia son los dos indiscutibles de esta edición. Ambos cautivaron la audiencia con City of stars, que aparte de ser un excelente número artístico, fue el inicio de una historia de amor que mantiene a los fans enganchados a Operación Triunfo. El programa lo sabe, y lo explota de manera (poco) disimulada. Un buen ejemplo fueron las llamadas de los familiares.

Los dos son los concursantes que más vídeos y momentos entrañables generan. Pero es que además, cada semana son de lo mejor sobre el escenario. Alfred tenía un papelón con Bajo el mismo solo, donde tenía más a perder que ganar. A pesar de la coreografía y con la inestimable ayuda de Aitana -a quién podríamos considerar la tercera en discordia-, regaló una de las performances más animadas de la noche. Él, volvió a ser el favorito del público y lo celebró... ¿con otro beso a Amaia?

Por otra parte, Amaia y Roi bordaron el Shape of you de Ed Sheeran. La navarra se transforma sobre el escenario y cambia su característica voz en forma de susurro por una variedad de registros vocales propios de una artista hecha. Sin duda, una de las actuaciones de la noche, que tuvo la música en directo como punto a favor.

La decepción

Las expectativas de la noche estaban puestas en Agoney, que había enamorado a profesores y público con sus ensayos de Rise Like a Phoenix. Los problemas a la voz que ha arrastrado los días previos a la gala aparecieron en el momento menos oportuno y desde un inicio se le notó desafinado. Él mismo se sacó el auricular de la oreja y posteriormente confesaba: "No me quería creer lo que estaba escuchando". Una mala actuación que le costó la nominación, aunque los profesores lo salvaron.

Nuevos nominados

Cepeda volvió arrastrar a su compañera de dúo a la nominación. En este caso Miriam, evitó ser candidata a abandonar a la Academia gracias a sus compañeros. El gallego no tuvo la misma suerte. Interpretando una canción de Antonio Orozco, un registro vocal que encaja con el suyo, fue incapaz de transmitir la emoción necesaria. Un error repetido que ha sido incapaz de corregir -cómo le remarcó Mónica Naranjo- que le ha costado estar nominado por segunda ocasión.

El otro candidato a irse es Ricky, que lleva semanas flirteando con la expulsión. El más veterano del concurso destaca más por sus bailes que por su voz. Un problema a estas alturas.

Los otros ganadores

Ana Guerra y Raoul tuvieron, seguramente, sus mejores interpretaciones de lo que llevamos de talent show. La primera con La Bikina demostró todo el potencial de que se le presumía desde un principio, mientras que el segundo, consiguió emocionar a todo el mundo con Milion Reasons de Lady Gaga. El nivel cada vez es más alto.

Un programa al alza

Durante la gala 5, Operación Triunfo se convirtió en trending topic mundial y, una semana más, ha crecido en cuota de pantalla con un destacable 17,6%. Semana tras semana parece que el fenómeno fan va creciendo y tanto el canal 24H como los vídeos de Youtube tienen cada vez más reproducciones. ¿Mantendrá el programa esta evolución la semana que viene? Estaremos atentos.