Uno de los capítulos más oscuros de la reciente historia de Telecinco es el de la concursante que denunció una violación mientras estaba viviendo en la casa de Guadalix de la Sierra. Un caso polémico, que destapó las vergüenzas de una manera de hacer televisión que es el ejemplo de cómo de indignos pueden ser algunos para que no se les desmonte el chiringuito. Carlota fue víctima, en noviembre del 2017, de una violación a manos de otro concursante de Gran hermano, José María.
Los hechos, durísimos, todavía lo son más por como reaccionó la cadena. Tarde y mal. La propia víctima todavía no entiende porque nadie hizo nada para detenerlo: "No llego a explicarme cómo el programa lo permitió. Esto pasa a la una y media de la mañana, y nadie irrumpió. Cada habitación de la casa tenía trampillas por las que el equipo del programa podía entrar de urgencia". No es todo. Lo peor es que GH siguió grabando a Carlota en el confesionario, hundida, mientras le enseñaban las imágenes de lo que había pasado cuándo ella estaba semiinconsciente en el momento de los hechos. Sin una psicóloga al lado. Es más, quiso salir de la habitación en medio de un ataque de ansiedad y no le dejaron. Respuesta: ""Carlota, este tema, por José María y por ti, por el bien de ambos, no debe salir de aquí".
El comportamiento del programa, la productora y la cadena les valió que muchos alzaran la voz. El más demoledor, un ex ganador del programa, Pepe Herrero, que le dedicó a Jorge Javier Vázquez un rotundo "Tapaste una violación, pedazo de cabrón". Ahora, en pleno litigio, Carlota Prado ha informado de la propuesta que le ha hecho llegar la productora Zeppelin TV. Dice que los abogados de la productora de Gran hermano le han hecho llegar una oferta: "Me ofrecían no menos de 25.000 euros y una oportunidad de desarrollo profesional".
La respuesta, de las que resuenan. Aparte de no querer escuchar ninguna negociación similar, Prado ha sido clara: "MI INTEGRIDAD NO ESTA EN VENTA. Mi honor aquella noche ya se vendió. Me compadezco, y siento verdadera lastima por todas las personas que intentáis enterrar lo que me pasó y os ruego encarecidamente que repaséis vuestra moralidad. A estas alturas que no me conozcáis es, no menos que curioso. NO OS TENGO MIEDO. El miedo lo perdí cuando casi consigo finalmente suicidarme, con pastillas recetadas por mi psiquiatra a raíz de mi paso por vuestro “circo romano”, y la que estuvo ahí FUE MI MADRE, no vosotros. NO BUSCO VENGANZA, QUIERO JUSTICIA".
¿Cómo se ha justificado la productora?: "Pretendía ofrecer facilidades y apoyo económico en el proceso legal".... Miserables.