Mientras Joan Manuel Serrat disfruta de su merecida jubilación, su legado artístico parece continuar por un nuevo camino, y no precisamente desde los escenarios tradicionales. Su nieta Luna Serrat, con apenas 27 años, se ha convertido en una figura emergente del universo digital y del espectáculo, una auténtica influencer con más de 70.000 seguidores en Instagram, que no para de crecer y consolidar su presencia. Y todo ello mientras, en lo privado, avanza en su relación con Dani Ceballos, de quien a veces comparte historias en su cuenta de Instagram.

Luna no es una influencer al uso. Detrás de sus publicaciones milimétricamente cuidadas hay una joven formada, inquieta y decidida. Estudió Periodismo y Comunicación Audiovisual, ha hecho un máster, vivido en tres países diferentes y ha realizado prácticas durante tres años. Pero lo suyo va más allá de los libros o las cámaras: el arte la llama con fuerza, y es ahí donde ha encontrado su verdadera vocación.

Luna Serrat y Dani Ceballos / Instagram

Luna Serrat arrasa en las redes sociales

En una entrevista reciente con la revista ¡Hola!, Luna reconocía que su vida giraba en torno a la creación artística: desde pintar o escribir hasta cantar o interpretar. Fue en ese momento de conexión con su esencia cuando tomó una decisión firme: dedicarse por completo a la interpretación y el canto. "Es la mejor decisión que he tomado", confesaba emocionada.

Nieta del poeta que marcó a varias generaciones, e hija del productor Queco Serrat y la modelo Mercedes Doménech, Luna no solo ha heredado el carisma, también la sensibilidad creativa. Actualmente se dedica a la composición musical e interpretación, lo que la convierte en una figura polifacética que va mucho más allá del fenómeno de redes sociales.

Joan Manuel Serrat con su nieta Luna Serrat / Instagram

Siempre muy pendiente de su familia

En Instagram, Luna es todo un referente de estilo. Se mueve con naturalidad entre las grandes marcas y se deja ver con otras 'it girls' del panorama nacional, como Anita Matamoros, Anna Ferrer y Alba Díaz. Su presencia en eventos y su estética cuidada han llevado a algunos a llamarla “la Julia Janeiro catalana”.

Pese a su agenda apretada, Luna mantiene un fuerte vínculo con su familia, en especial con su abuelo. “Es una de las personas más importantes de mi vida”, asegura. Incluso lleva varias letras de sus canciones tatuadas en el cuerpo, como un homenaje permanente a ese artista que ha dejado huella dentro y fuera de casa. “Me da pena que se haya retirado. Ojalá ir a muchos conciertos de su última gira”, dijo en una de sus entrevistas más íntimas.