Desde que Lamine Yamal irrumpió en el primer equipo del FC Barcelona, su padre, Mounir Nasraoui, no ha pasado desapercibido. Su carácter extrovertido, su forma directa de hablar y su presencia constante en redes sociales lo han convertido en una figura mediática casi tan comentada como la de su hijo. No tiene filtro, no mide sus palabras y parece disfrutar del foco.
Mounir es conocido por defender con uñas y dientes a Lamine. Cada vez que surge una crítica o una polémica, él aparece para dar su versión. Lo hizo tras el Balón de Oro, cuando su hijo no fue premiado, y también después del Clásico frente al Real Madrid. Sus vídeos, a menudo grabados desde su casa o mientras cocina, son habituales en Instagram y TikTok, donde responde sin tapujos a los comentarios de los aficionados.
@diario.ole "GRACIAS, HIJO, VIVIRÉ DE TI" El mensaje de Mounir Nasraoui, papá de Lamine Yamal, para quienes lo critican 🗣
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Mounir Nasraoui se hace viral con sus vídeos de cocina
En uno de sus últimos directos, sorprendió al decir: “No me comparéis con los padres de otros futbolistas. Ellos tienen 70 años y sus hijos los llevan a una residencia. A mí no me llevará nadie, porque aún puedo trabajar”. Una frase que desató todo tipo de reacciones. Mounir se define como un hombre trabajador, orgulloso y sin complejos, alguien que no teme reírse de sí mismo ni provocar.
Pero no todas sus publicaciones tienen que ver con Lamine Yamal o con el FC Barcelona. Del mismo modo que le gusta cocinar, también le guasta disfrutar de la mejor gastronomía. En esta línea, Mounir Nasraoui publicó este fin de semana una instantánea en la que aparece en un restaurante de Barcelona. Lugares en los que demuestra su generosidad dejando propinas considerables.
La faceta más agradecida del padre de Lamine Yamal
Según cuentan algunos trabajadores, Mounir es habitual en varios restaurantes de la capital catalana. Suele ir acompañado de amigos, come bien y disfruta de los pequeños placeres. Y siempre suele dejar propinas considerables. Igual que con su hijo, Mounir es muy agradecido con los placeres de la vida.
Esa actitud ha generado división entre sus seguidores. Algunos lo ven como un gesto noble y generoso, una muestra de gratitud hacia quienes le atienden. Otros, sin embargo, lo critican por presumir de dinero y buscar atención. Mounir, como siempre, no se inmuta ante las críticas.
Lo cierto es que, entre cámaras, polémicas y propinas, Mounir Nasraoui se ha convertido en un personaje tan imprevisible como carismático. Y mientras su hijo sigue brillando en el campo, él parece decidido a mantener su propio protagonismo… aunque sea desde la mesa de un restaurante en Barcelona.