Miki Núñez es un artista catalán que muchos conocemos por éxitos como Escriurem, o también por su faceta como presentador de TV3 en programas como Eufòria, Zenit o también presentando las campanadas. A veces, sin embargo, muchos catalanes se olvidan de las raíces del chico de Terrassa y el lugar que lo hizo famoso. Miki Núñez es extriunfito de la edición de 2018, donde compartió academia con otros rostros como Alba Reche, Natalia Lacunza, o Famous, y, acto seguido, justo después de acabar su trayectoria en el concurso, representó a todo un país en Eurovisión con la canción La Venda escrita por Adrià Salas, el cantante de La Pegatina. Ya hace siete años que el catalán representó al país español en la ciudad israelí de Tel-Aviv, una experiencia que nunca olvidará y que recientemente ha recordado con la nueva generación de Operación Triunfo 2025. Atentos.

Miki Núñez elegido Eurovisión Operación Triunfo
La reacción de Miki Núñez cuando lo eligieron para ir a 'Eurovisión' / La 1
Miki Núñez eurovisión TVE
Miki Núñez interpretando 'La Venda' en Eurovisión 2019 / TVE

Miki Núñez visitaba a los concursantes de la academia de Operación Triunfo 2025 para explicarles su experiencia en el programa y su trayectoria en la industria musical. El artista pedía que le hicieran preguntas y, Lucía Casani, abría un melón que todos teníamos guardado y que, como bien decimos, a veces ni recordamos que pasó: ¿Cómo fue la experiencia de Eurovisión? Miki suspira, y solo con la primera frase, ya deja a los chicos boquiabiertos: "Mis padres siempre dicen que es el voluntariado más grande que he hecho en mi vida, que ni con la Cruz Roja. Sí, porque estás seis meses viviendo por y para una canción." El de Terrassa siempre suele tener muy buena actitud, y rápidamente, empieza a sacar los aspectos positivos: "Es una experiencia magnífica, si los profes que tenéis no se pueden pagar ni con todo el dinero del mundo, luego sigues con algunos de ellos seis meses más. Por ejemplo, Mamen, fue mi vocal coach, cogieron un director artístico de Grecia, eras como Dua Lipa..." Esta es la parte más glamurosa y destacable de la experiencia, pero como era de esperar, también tiene una cara oscura que no iba a esconder.

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Miki Núñez visitando la academia de OT 2025 / YouTube
Miki Núñez visitando la academia de OT 2025   YouTube
Miki Núñez visitando la academia de OT 2025 / YouTube

La Venda tenía una estrofa muy pegadiza que todo el mundo recuerda, especialmente Miki, quien se hartó de repetirla durante aquellos meses: "Había días que cantaba la canción setenta veces seguidas, sin parar, con los movimientos, con todo, porque la cámara por aquí, la cámara por allá." La presión y la rutina de promoción y ensayo de la canción eran agotadoras, y así también lo relata él: "Tiene un desgaste emocional y psicológico espectacular. Yo quedé tercero, por la cola, si giras la pantalla, quedé tercero." Su propuesta no tuvo el mejor resultado, pero le fue muy bien para darse a conocer, ya que, todavía, tiene fans que lo siguen desde su actuación en La Venda: "Es gente que vive para y por Eurovisión, constantemente, es su día a día, y es increíble, porque te van a apoyar, hagas lo que hagas, digas lo que digas, yo siete años después voy a conciertos que, a lo mejor el 25% de la gente me dice: yo no sabía que habías sacado este último disco, pero como fuiste a Eurovisión y yo soy eurofan, yo he venido', son fieles hasta la médula, es muy guay", explicaba el exconcursante a la nueva generación.

No fue nada fácil gestionar la salida de la academia con un reto tan mediático como el de Eurovisión, y así lo vivió él: "Estas seis meses viviendo para y por esto, que es vivir en Madrid, en un hotel solo, durante seis meses, obviamente tenemos nuestro equipo y demás, pero yo tenía unas ganas de volver aquí, con mis amigos y mi familia" La presión y la repercusión era tanta que la noche de la final, su móvil se rompió:"Mi psicólogo, desde aquí le agradezco todo lo que ha hecho por mí, y sigue haciendo, porque si no me hubiera vuelto loco. Yo recuerdo el día de Eurovisión, estábamos en la Green Room y yo tenía el móvil y pensé, ay voy a coger el móvil y quité el modo avión y se me rompió el móvil, de las notificaciones que tenía." Nunca ningún representante de Eurovisión mira atrás y recuerda la experiencia del concurso con un buen sabor de boca completo. Como bien cantaba Melody, el camino hasta Eurovisión es un jardín lleno de espinas y rosas.