Miguel Ángel Revilla, siempre dispuesto a llevar a Cantabria por el mundo. Tan pronto saca a relucir una lata de anchoas como promociona el parque de la naturaleza de Cabárceno. El presidente de la comunidad lo tiene claro: los cántabros, piedra angular de la España unida. Sus ataques contra los indepes y TV3, una constante. Revilla se ha convertido así en el mejor embajador de la marca Cantabria y no parece que nadie pueda hacerle sombra en la política regional.

revilla antena 3

Antena 3

El presidente ha visitado este fin de semana la Feria de la Leche de Ruiloba, para contribuir a la promoción de los productos lácteos de la región. Y la ha liado cuando se ha encontrado con un ganadero que ordeñaba vacas y ofrecía leche cruda, para beberla directamente, recién ordeñada de la ubre del animal. La secuencia es canela en rama. Revilla se acerca al ganadero, le pide que le llene la jarra con leche fresca y se la bebe de un trago. El presidente mira al cielo, como queriendo decir "¡¿qué acabo de hacer?!", mientras las gotitas le chorrean por la cara y le caen sobre el pecho. Horror.

De repente, rechazo general. Las imágenes corren como la pólvora a través de la red y empiezan a circular decenas de fotomontajes que se ensañan con Revilla. La palabra más repetida: brucelosis, que es la enfermedad infecciosa que podemos sufrir si bebemos leche cruda.

Pero Miguel Ángel Revilla tiene un estómago de hierro, preparado para beberse del tirón tanta leche cántabra como haga falta. Sólo le faltó pedir un par de sobaos para mojar y hacer bajar la merienda más a gustito.