La vida de Mariona Boix, esquiadora profesional, podría ser el guion de una película. Una joven que a los 18 años levantaba trofeos en los campeonatos nacionales de Slalom, terminó enfrentándose a una de las batallas más duras: la pérdida de su carrera deportiva por una lesión devastadora. En una charla confesional para el pódcast "POVCA$H", Boix dejó frases que han dado mucho que hablar, entre ellas: “Cuando dejas de hacer deporte tienes un vacío muy importante”.

Aquel vacío, sumado a una operación fallida y al abandono institucional, la arrastró a momentos de oscuridad donde, según confesó, incluso deseaba no despertar al día siguiente. “En mi casa no solo perdí la rutina, sino que perdí pues el poder hacer deporte. Entonces, es como, ‘Vale, ¿cómo lleno yo ahora esta rutina si no puedo hacer deporte, que era lo que más hacía?’”, se preguntaba constantemente.  Sin embargo, lo que parecía el final de su historia deportiva se convirtió en el primer capítulo de una vida marcada por la resiliencia y el emprendimiento.

Mariona Boix
Mariona Boix

El precio oculto de ser deportista de élite en España

Pocas personas conocen el lado más cruel del deporte profesional: los éxitos son celebrados, pero las caídas suelen dejar a los atletas en la más absoluta soledad. Mariona Boix lo vivió en carne propia cuando, tras lesionarse en una carrera en Andorra en 2015, la Federación Española de Esquí le dio la espalda.

Yo seguí en la Federación Española hasta la segunda operación. Después de la segunda operación, la federación me da una patadita y me dice, "Bueno, muchas gracias”, recordó en POVCA$H. La exesquiadora se vio obligada a costear sus tratamientos de forma privada, recurriendo incluso a un crowdfunding con el que recaudó 16.000 euros en apenas tres semanas. La imagen de Boix con muletas, contando su historia en un vídeo casero, se volvió viral, dejando al descubierto la falta de apoyo que sufren los deportistas en disciplinas minoritarias.

Mariona Boix
Mariona Boix

Del dolor físico a la reinvención empresarial

Tras años de terapias, operaciones y frustraciones, llegó el momento del giro inesperado. Boix tocó fondo durante la pandemia, cuando le comunicaron que no había más tratamientos posibles para su rodilla. En ese instante, decidió reinventarse. “Pregunté en mi casa qué era eso del Ibex 35 y mi padre me dijo: ‘Eso es para perder dinero’. Pero yo pensé: entonces voy a investigar”, relató durante la entrevista.

Ese fue el inicio de su aventura en el mundo de las inversiones y el marketing digital. De pasar días llorando por no poder caminar, pasó a obsesionarse con las gráficas del Bitcoin y los movimientos del mercado de divisas. Lentamente, descubrió en el emprendimiento la misma adrenalina que antes le proporcionaba el esquí. Al fin y al cabo, los negocios y el deporte comparten una lección esencial: la perseverancia es clave, pues solo quienes resisten meses sin resultados visibles logran alcanzar el éxito.

Hoy, lejos de las pistas nevadas, Mariona Boix se define como alguien que no sabe quedarse quieta y que ha encontrado en la formación empresarial y digital un nuevo escenario para brillar. Su historia es el reflejo de una realidad incómoda: en España, salvo en deportes como el fútbol o el baloncesto, los atletas apenas tienen recursos para sostener su carrera una vez que llega la retirada.