En el submundo del periodismo ultra, Mediaset es una bicoca. Cuándo toca hablar de política y/o de conspiranoias, siempre mojan. Los ejemplos se los saben de memoria, pero si rascas un poco en la superficie encuentras auténtico oro. Esto dicho con optimismo patológico, porque en realidad es un "reírse por no llorar" de manual. Como la cadena de los herederos de Berlusconi tenga en nómina a una periodista que no hace ni dos años que los avergonzó públicamente, teniendo que pedir disculpas. Hablamos de María Jamardo, quien alterna su papel en el digital de extrema derecha 'El Debate' con su presencia entusiasta en 'En Boca de Todos', de Cuatro. Un programa reciclado que ahora conduce Nacho Abad, y que ha llenado de personajes como la opinadora en cuestión. Y ojo cuidao, que María es mucha María.

Esta señora fue la autora, en el programa de Sonsoles Ónega en Telecinco (pagado por Ana Rosa Quintana, poco sospechosa de 'roja'), de un análisis escandaloso de la masacre nazi, aliados de los fascistas de Franco, en Gernika. "Hay que recordar que en aquel momento el socialismo y el Partido Comunista estaban del lado, o tenían el apoyo de Stalin o de las ideas de Stalin. Ni el que bombardeaba era malo, ni los que eran bombardeados eran tan buenos. Esto no tiene nada que ver con una guerra civil". Difícil superarse, la infamia es descomunal. En aquella ocasión, la señora metió la cuña de tufo nazi en referencia a Zelenski y el ataque ruso a Ucrania. Ahora, con Gaza, nada como un pez en el agua.

De las atrocidades que se están viendo estos días en Gaza, la prensa y los programas de televisión del tipo de Nacho Abad se han puesto las botas con el asesinato de 7 miembros de la ONG del chef José Andrés. El asturiano, muy crítico con el Gobierno español por apoyar una posición claramente contraria a los ataques de Israel, ha visto cómo su tarea humanitaria también se convertía en un blanco. Ha habido cobertura especial y la oportunidad de meter baza a una oportunista como Jamardo, siempre con la caña a punto. Atención al mensaje de pésame a las familias de los muertos, a sus amigos y colegas de trabajo, incluso a sus memorias individuales: "Todas las víctimas son terribles y son dolorosas. Pero cuando uno va a una guerra..." Te jorobas. Claro que sí.

María Jamardo Instagram
María Jamardo / Instagram

El discurso de María es un pooooco más elaborado, y lo jugoso del parte final es volver a comprobar sus fobias personales que no vienen a cuento: se saca de la manga uno "la izquierda" y "bombas", como un prestidigitador, para justificar sus indeseables palabras. Una costumbre de su repertorio, claro, la señora hace días y semanas que mete baza con las barbaridades que se están cometiendo por parte del Estado de Israel. En este sentido, la gente la tiene bien identificada, pero vaya: que se ha lucido. José Andrés le enviará su agradecimiento, seguro que sí. Y un día más en la oficina para Cuatro y Mediaset.