A veces, escribir según qué, provoca un cierto sentimiento de vergüenza. Tener que pedirle al lector que mire el primer gol de Messi contra el Espanyol del pasado sábado, y que compruebe que la pelota chutada por el mejor jugador de la historia del fútbol, iba a puerta, aunque justo antes de traspasar la línea de gol la tocara Víctor Sánchez, da cosa. Básicamente, porque es tratar a los espectadores de cretinos y de personas que no tienen un dedo de frente. Pero les pido un ejercicio de empatía y que lo comprueben una vez más. No porque en En Blau tengamos ninguna duda, sino porque en el diario Marca sí.

Un gol de genio, una sutil caricia, una falta a lo Panenka, un gol de traca, por mucho que el defensa españolista colaborara en impedir que su portero pudiera tener alguna mínima opción de intentar sacar la pelota del argentino y evitara que el Barça abriera el marcador en el pasado derby. Una obra de arte, en definitiva. ¿Para todo el mundo? No. Para el diario Marca y para algún colaborador de El Chiringuito, el gol lo hubiera marcado cualquiera que pasara por el Camp Nou. Bien, cualquiera, menos Messi, porque el diario que concede el honorífico título de 'Pichichi', el título al máximo goleador de la Liga Española, dice que él no lo marcó. Que no fue gol de Messi y sí gol de Víctor Sánchez en propia puerta. Mientras ríen, les damos tiempo para recuperarse degustando el menosprecio del gol del 10 azulgrana que Tomás Roncero regaló a la audiencia este domingo en el programa de Pedrerol mientras aseguraba "No es de genio, es de persona normal":

Que Roncero, en su papel de madridista acérrimo, recurra a un espectáculo bufonesco, forma parte del show. Todo lo que provenga del Madrid es blanco, y nunca mejor dicho, y todo lo que provenga del Barça es una caca. Todo en orden. Lo que es absolutamente lamentable, vil, despreciable y patético es que un diario serio, o el representante de un diario serio, como pretende ser el Marca, tome al público por imbécil. José Félix Díaz, uno de los directores del citado medio, en el mismo El Chiringuito dijo, sin que se le escapara la risa, de hecho, absolutamente serio, que "hemos estimado que la intención de Leo Messi no era tirar a puerta"..... Pausa larga para procesar la frase. Inspiren, expiren, inspiren, expiren... No, no, que va. Su intención era apuntar a una paloma que había en la tercera gradería. O darle un pelotazo al línier por un fuera de juego que le había silbado antes. La cara del culé Quim Domènech era todo un poema:

La red y los espectadores, acostumbrados, a oírlas de padre y muy señor mío en este programa, no daban, sin embargo, crédito, a que incluso con una imagen tan meridiana como esta, osaran mentir de esta manera:

gol messi

No todo vale por la audiencia.