Hace mucho tiempo que Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, nieto y sobrino de reyes, salía con una chica de Murcia con la que compartía estudios y juergas, Mar Torres. Ella no tiene sangre azul en las venas, pero sí una cuenta corriente potentísima. Tan potente como su parte de la herencia del abuelo, una fortuna: el fundador de embutidos El Pozo, el número 24 en la lista 'Forbes' con las 200 personas más ricas de España. Pasaron 6 años juntos, con un puñado de operaciones de estética, muchos altibajos y algunas vivencias grotescas. Aquella pelea en un bar, por ejemplo. O los mensajes tan amorosos con su cuñada Victoria Federica. También la eclosión de la versión influencer y exagerada de la murciana, exhibiéndose en situaciones que no gustaban ni en su casa ni en el universo borbónico, y haciendo más de un ridículo en redes. En todo caso el amor se fue agotando y la llama apagándose, y Froilán fue el ejecutor final de la relación: aprovechó un viaje a México de Torres para salir con otra chica, excompañera de internado.

Bronca Mar Torres y Froilán GTRES
Pelea entre Mar Torres y Froilán / GTRES
bronca froilan mar torres revista
Pelea entre Mar Torres y Froilán / Diez Minutos

El Mar había sido un personaje muy goloso para la prensa rosa, siempre había algún hilo de donde estirar con ella. Todo con aquella actitud de superpija, claro, porque lo es. Pero hace tiempo que no sabemos mucho de ella, más allá de las fotos de Instagram, que no dicen demasiado. Nos preocupaba un poco, mira. De las últimas veces que la vimos en público fue en un tardeo madrileño con el ex de Victoria Federica, tócate las narices, cuando sólo hacía unas horas que Vic la había dicho que hasta aquí. El cadáver sentimental todavía estaba caliente, vaya. Quizás estaba enviando un mensajito a la ex familia política, vete a saber.

Mar Torres y Jorge Bárcenas beso GTRES
Mar Torres y Jorge Bárcenas, ex de Victoria Federica / GTRES
Victoria Federica y Jorge Bárcenas huyen en Barcelona Pronovias GTRES
Victoria Federica y Jorge Bárcenas / GTRES

La nueva vida de Mar Torres lejos de Madrid

El caso es que Mar Torres tiene nueva vida. A sus 24 años está conociendo un nuevo mundo: el del trabajo. Torres ha dejado Madrid y ha vuelto a su Murcia natal, que es muy bella pero parece que le aburre un poco. Allí trabaja, enchufada como es natural en el imperio del embutido. Está bien, al menos se tiene que ganar los cuartos. Por poco que haga, ya será mucho más que al lado de Froilán. Eso que está aburrida lo deducimos de sus palabras, cuando un reportero de Europa Press la ha encontrado saliendo de un restaurante de la capital. "Echo de menos Madrid, allí tengo menos vida social", se lamenta. Por suerte asegura que está trabajando tanto que no tiene tiempo para llorar fuerte. Pobrecita. Da penica y todo.

MAR TORRES ANTES:

Mar Torres novia Froilan 4 @martorress
Mar Torres, ex novia de Froilán / @martorress

MAR TORRES AHORA:

Mar Torres Instagram
Mar Torres ahora / Instagram

El Pequeño Nicolás, la parejita de Mar Torres

Las declaraciones de Chance valen la pena. No tanto por lo que dice, pero sí por la sorpresa que nos hemos encontrado al lado de Torres. Otra vez le acompaña a una extraña pareja. Vendría a ser un X en la quiniela comparado con su ex Marichalar Borbó: Francisco Nicolás. Sí, el Pequeño Nicolás. Este personaje que hace una semana volvía a pasar por un juzgado, donde le piden 6 años de cárcel por estafar medio millón de euros a un empresario. Los años locos del Pequeño Nicolás, vaya época. Ahora es mayor y tiene más problemas, pero mantiene la agenda de colegas más o menos intacta. Porque recuerden: el chico era una especie de relaciones públicas de discotecas pijas de Madrid, hábitat natural de gente como Froilán o Mar Torres. El momento de la aparición es bueno, piensa que al reportero le importa un rábano su vida. También el final, actuando como un guardaespaldas, quieren poner fin a las preguntas a su amiga. De traca. Miren el vídeo

Mar Torres cono el Pequeño Nicolás Chance
Mar Torres con el Pequeño Nicolás / @Chance_es
Pequeño Nicolás Europa Press
El Pequeño Nicolás / Europa Press

Dios los cría... y vete a saber quién los junta.