Lev Vygotsky puede ser un gran desconocido para el gran público, pero éste abogado, historiador, filósofo y psicólogo se interesó por la enseñanza y la teoría psicológica. La cultura jugaba un papel muy importante en el desarrollo de los procesos mentales. Como otros psicólogos, también centró sus estudios en el aprendizaje desde niño, como influía el lenguaje en la conducta humana. Desarrolla la idea de la “zona de desarrollo próximo”, es decir, lo que el niño puede aprender solo, o lo que puede llegar a aprender de un adulto, aquellas personas que le rodean y le ayudan a crecer, ya sea su padre o el profesor, que le aporta conocimiento nuevo.
El psicólogo decía “el maestro debe adoptar el papel de facilitador, no proveedor de contenido”. Con ello quería decir que se aprende de una forma activa. Se construye un conocimiento a partir de la interacción con otras personas y su entorno.
El maestro sería el facilitador, es decir, un guía del niño, alumno, en el proceso de aprendizaje. Le planteará preguntas, retos y situaciones que deberá resolver con su conocimiento. Le acompañará en todo el proceso de aprendizaje. Una vez que el estudiante adquiere los conocimientos, el maestro ha cumplido con su tarea. Le suelta la mano cuando ve que puede salirse de esa situación completamente solo. No es explicarle una situación y que la memorice, de esta forma no se adquiere ningún conocimiento activo. Debe hacer que el niño se haga preguntas, las cuestione y aprenda de los errores.
Cuando nacemos hay cosas que podemos hacer por instinto, otras no porque ni tan siquiera las conocemos, en ese momento son inalcanzables. Siempre hay alguien en nuestro entorno, sean los padres, familiares, los profesores, que te inculcan un conocimiento, llegas a un punto al que no creías que llegarías porque lo desconocías. El maestro es un puente para que el alumno llegue desde el punto inicial hacia lo que todavía no conoce.
La IA es un proveedor de conocimiento, no un facilitador
Si el maestro es una persona pasiva, el alumno no crece como persona porque no le otorga ningún conocimiento. El aprendizaje es superficial y memorístico, no es válido en ese caso. El conocimiento se construye a raíz de lo social, para después ir hacia dentro, en lo individual de cada uno.
A día de hoy la IA se ha instalado en nuestros vidas y son muchas las personas que ya la usan para absolutamente todo, sin cuestionarse si lo que está diciendo es correcto o no. Son muchos los trabajos de alumnos que realizan con la ayuda de la inteligencia artificial, algo que nota el profesorado.
La IA no estaría mal, es una herramienta de aprendizaje, podría ser un acompañante, como el maestro, pero sabiéndola usar. “Aquí está la respuesta correcta, cópiala”, es lo que suele hacer el alumno, no adquiere ningún conocimiento activo, copia una cosa que ni tan siquiera se ha leído. Usar la IA para obtener información es correcto, si se compara con otras fuentes, explicas con tus palabras de lo que hayas entendido y siempre te planteas si es correcto o no y si estás de acuerdo, eso sería un conocimiento activo. La IA da datos, pero el aprendizaje real ocurre cuando el docente guía el pensamiento crítico.
