Por favor, que alguien le envíe a Letícia Sabater el manual (que seguro que existe) del buen tuitero. Seguro que hay un apartado donde recomiendan no hacer nunca lo que la diva de los abdominales de pega 'perpetró' después de su actuación en las fiestas de San Roque en Calamocha, Teruel. A las 3:30 de la madrugada Sabater agradecía al público que siguió el concierto (quizás en realidad no podían escapar) con un mensaje desafortunado y una foto para enmarcar: Una bonita postal en la que los espectadores, de los cuales un 80% eran adolescentes y a quienes ella llama "aragoneses macizorros", no podían esconder su vergüenza ajena. La red ha enloquecido con el retrato.

La compasión por los habitantes de Calamocha, unos 4.500, va creciendo según se analiza una por una las muecas de la audiencia viendo la performance de Sabater. Todo sea dicho: Era la crónica de una muerte anunciada: Letícia y su aspecto grotesco 'cantando' el horripilante hit "18 centímetros papi", un tema que hace parecer como la nueva Montserrat Caballé a Fresita, es una ecuación con resultado invariable. Bajar la mirada es lo mínimo. Huir poseído, lo más recomendable. Aguantar estoicamente, ya sea por incredulidad o por haberse tomado un par de copas de vino de la tierra, eso ya es una victoria pírrica.

Leticia zapatero concierto @leticiasabateralonso

Leticia Sabater concierto @leticiasabateralonso

La gira de Sabater sigue recorriendo los pueblos de la geografía española con superéxitos como "El polvorrón" o "La Salchipapa". Comprueben su web para mantenerla localizada. Por si quieren largarse a toda pastilla, claro está.