Este martes Laura Rosel se avanzó a dar una noticia que genera muchas dosis de indignación y grandes cantidades de rabia e impotencia a muchos catalanes. Parece mentira, pero en pleno año 2021 los catalanes todavía tenemos que sufrir reacciones abyectas por parte de los cuerpos de seguridad por hablar nuestra lengua.

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Laura Rosel / Instagram

La periodista y directora de El matí de Catalunya Ràdio ha puesto el acento en el no respeto por parte de las citadas fuerzas de seguridad sobre los derechos lingüísticos en Catalunya. Rosel habla, como mínimo, de una quincena de casos en los últimos 18 meses, según un informe de la Plataforma per la llengua. "Menosprecio, desinterés absoluto y amenazas por parte de los agentes".

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Foto: ccma.cat

Acto seguido, los compañeros de Rosel enumeran las situaciones vergonzosas que se han producido en este tiempo por parte de la Policía hacia personas que utilizaban el catalán. Algunos ejemplos:

-Manresa: agentes de la Guardia Civil retienen a un hombre 45 minutos durante el confinamiento porque les habla en catalán, con el habitual "habla en castellano que estamos en España".

-La Junquera: la Policía española intenta forzar a un hombre que hable en castellano en un control y cuando no lo hace, le dedican comentarios despectivos y lo retienen. "Más tarde, no le tramitan la denuncia porque habla en catalán".

-Solsona: guardias civiles amenazan a un hombre que está en el jardín de su casa con la familia durante el estado de alarma. "Le exigen que hable en castellano y le dicen que lo encontrarán y lo detendrán".

-Sabadell: un agente de la Policía española echa a una mujer de la comisaría por la fuerza "porque habla en catalán". Y así hasta 15. Y las que faltan...

Laura Rosel

Laura Rosel / Catalunya Radio

"La legalidad española garantiza el derecho a ser atendido en catalán", recuerda Rosel... Papel mojado, por lo visto. Una noticia que no por intuida, deja de indignar cuándo se constata. Evidentemente, los hiperventiladitos patrióticos de la rojigualda han saltado en cero coma. Una reacción furibunda e intolerable tildando a la periodista catalana de "cebolla llorona" y cosas por el estilo:

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A todos estos haters, que les quede clara una cosa: la cebolla repite. Y si en Catalunya la Policía menosprecia el catalán, lo repetiremos las veces que haga falta. Como la cebolla.