El nacimiento de Cairo Beno Pantoja, el pasado 22 de junio, parecía sellar una etapa de felicidad plena en la vida de Isa Pantoja y Asraf Beno. Pero la realidad es otra. Fuentes muy cercanas a la familia han lanzado una advertencia clara: la pareja no atraviesa su mejor momento, y los problemas no solo vienen del desgaste cotidiano, sino de un posparto que ha desbordado emocionalmente a la hija de Isabel Pantoja.
Lejos de mostrar una imagen edulcorada en redes, Isa ha optado por la sinceridad descarnada. En su última publicación, ha revelado lo que muchos callan: “Y cuando pensaba que no tendría mis bajones, de repente, me ha vuelto todo. Siento que me preparé demasiado para el embarazo pero nadie me habló sobre el posparto. Es una sensación de sentirme sola aunque no lo esté, de no saber pedir lo que necesito y de tratar de descifrar a mi bebé mientras intento reconocerme a mí misma”. Estas palabras han encendido las alarmas, no solo entre sus seguidores, sino en su círculo más íntimo. La fragilidad emocional que atraviesa ha hecho saltar las alertas: ¿está tambaleándose su matrimonio con Asraf Beno?
El posparto de Isa Pantoja: una montaña rusa emocional que complica su relación
Fuentes cercanas han confesado sin rodeos: “No están bien”, refiriéndose tanto al estado anímico de Isa como al desgaste que la situación está provocando en Asraf. Si bien es común que las primeras semanas tras el parto estén llenas de altibajos, lo que inquieta es la intensidad de los sentimientos de soledad que ella ha compartido públicamente. Y aunque intenta sostenerse en su rol de madre, la falta de descanso y el sentimiento de desorientación han generado una brecha silenciosa en la pareja. A esto se suma un elemento que envenena aún más el panorama: la ausencia total de Isabel Pantoja. Ni una llamada, ni una felicitación, ni mucho menos una visita. La tonadillera ha optado por el silencio absoluto frente al nacimiento de su nuevo nieto, repitiendo el patrón de frialdad que ya había mostrado durante el embarazo. Isa, una vez más, se siente huérfana en lo afectivo.
Silencio de Isabel Pantoja y advertencia para Kiko Rivera: el clan familiar, en crisis prolongada
Desde hace varios años, la relación entre madre e hija está completamente rota. Pero en momentos tan delicados como el posparto, la ausencia materna se vuelve más dolorosa. Isa ha compartido su tristeza por no poder apoyarse en esa figura esencial que tantas mujeres tienen tras dar a luz. Y aunque el entorno de Asraf intenta cubrir ese vacío, los roces y la tensión aumenta, generando un clima de inseguridad emocional y desgaste doméstico.
Kiko Rivera, por su parte, tampoco ha sido un apoyo visible. A pesar de estar informado de la situación, el DJ mantiene su habitual distancia mediática, evitando pronunciarse públicamente sobre el estado de su hermana. Sin embargo, personas muy cercanas al núcleo familiar han advertido tanto a él como a Isabel que esta crisis podría tener consecuencias devastadoras si no se actúa a tiempo. Mientras Isa intenta adaptarse a su nuevo rol como madre de dos hijos, la presión de las redes sociales, el cansancio acumulado y la falta de respaldo emocional le están pasando factura. Aunque celebra sus progresos físicos —le quedan menos de cuatro kilos para volver a su peso ideal—, lo cierto es que eso no basta para estabilizar su mundo interno.