En medio de una ola de felicidad desbordante por la llegada de su segundo hijo, Isa Pantoja ha decidido romper el hielo con su madre de la forma más emotiva: enviándole una imagen del pequeño Cairo. Lejos de buscar protagonismo o polémicas, la joven ha optado por un gesto conciliador, cargado de amor, con la esperanza de que la llegada de un nuevo miembro a la familia sirviera como puente de reconciliación.
El pasado 22 de junio, Isa y su pareja Asraf Beno daban la bienvenida a Cairo, su primer hijo en común. Desde entonces, las redes sociales de ambos se han inundado de mensajes de cariño, imágenes tiernas y agradecimientos. “Estamos muy cansados, pero tan felices”, confesaba Asraf en una imagen de piel con piel con el recién nacido. Isa, por su parte, publicaba postales familiares y un vídeo conmovedor en el que se ve a Asraf alimentando al bebé mientras su otro hijo, Albertito, observa con ternura. Sin embargo, toda esta felicidad ha sido empañada por la fría indiferencia de Isabel Pantoja, que no ha movido un solo dedo ante el nacimiento de su nieto.
Isabel Pantoja no responde al mensaje de su hija
A pesar del distanciamiento, Isa Pantoja ha intentado acercarse a su madre enviándole una fotografía de Cairo para que pudiera “ponerle cara”, según han revelado fuentes cercanas. Una acción cargada de simbolismo que, por ahora, no ha recibido ni una palabra de respuesta. La tonadillera ha reaccionado con un silencio doloroso, atrincherada en su actitud reservada y sin mostrar públicamente ninguna emoción.
Según ha detallado Leticia Requejo en ‘Tarde AR’, la intérprete de ‘Era mi vida él’ no se enteró del nacimiento por su hija, sino que fue su inseparable hermano Agustín quien le dio la noticia. Aunque, según la colaboradora, la noticia le causó un gran impacto —“se quedó tocada, hay tristeza”—, no fue suficiente para que intentara ponerse en contacto. Ni un mensaje, ni una llamada, ni siquiera un gesto simbólico como unas flores. Absolutamente nada.
Isa Pantoja rompe en lágrimas mientras espera una señal de su madre
A las puertas del hospital, Isa se mostraba emocionada y agradecida con los medios, luciendo un vestido bohemio y un rostro agotado pero iluminado por la dicha de la maternidad. Al recordar el momento en que conoció a su bebé, no pudo contener las lágrimas: “Ay, no puedo... hacía mucho que no me veía sonreír así”, murmuró con la voz entrecortada.
En ese instante, la joven esperaba —como muchos— una señal, por pequeña que fuera, de su madre. Pero esa señal no llegó. Y la ausencia de Isabel Pantoja en uno de los momentos más importantes en la vida de su hija ha vuelto a abrir una herida que nunca terminó de cerrar. Mientras Isa apuesta por la paz, enviando imágenes de su hijo con un gesto esperanzador, la diva de la copla mantiene una distancia emocional que raya lo cruel. Frente a este panorama, Isa Pantoja se muestra fuerte, centrada en su recién nacida familia y sin renunciar del todo a esa paz que tanto ha buscado. Aunque la indiferencia duele, el nacimiento de Cairo ha traído consigo una nueva etapa para ella, Asraf y sus hijos.