Había muchos espectadores que después de un mes de Mundial, tenían ganas de que devolviera la actividad de clubs. Después de ver a Argentina, Francia, Brasil, la Roja y el resto de selecciones en Qatar, querían volver a emocionarse con sus clubs en la Liga o, como este martes, la Copa del Rey. Pero lo que no se esperaban miles de seguidores es que una cosa que sufrieron el pasado mes de diciembre se repetiría ahora, lejos de los estadios donde se ha disputado la Copa del Mundo. Y es que algunas cosas no cambian, por desgracia de muchos fans que se indignaron al sintonizar La 1 de TVE dispuestos a ver el partido de dieciseisavos de final entre el modesto Cacereño y el todopoderoso Real Madrid.

Un partido sin pena ni gloria que se llevaron los de Carlo Ancelotti gracias a un solitario gol de Rodrygo. Pero la salsa estuvo no encima del césped sino en la cabina de retransmisión de Televisión Española. Porque después de sufrir la narración de los partidos del Mundial por parte del siempre discutido Juan Carlos Rivero, muchos espectadores creían que se habría tomado unos días de vacaciones... Pero nada más lejos de la realidad. El periodista volvió a ser la voz del partido, al lado del exjugador Marchena. Y solo oír a Rivero al principio de la transmisión, a muchos espectadores les entraron ganas de poner el mute en el mando a distancia.

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Juan Carlos Rivero / IG
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Juan Carlos Rivero / IG

El rechazo que genera Rivero es indiscutible. Nadie entiende cómo alguien que hace una narración soporífera, y que de vez en cuando, suelta alguna de padre y muy señor mío, que provoca vergüenza ajena, siga siendo quien explique qué pasa en los partidos que retransmite la televisión pública española. Alguien que toda la audiencia considera que es un muermo, un indocumentado y un humorista frustrado, que duerme a las ovejas o que genera indignación con sus comentarios. Y ayer volvió a pasar. Especialmente irritante fue, para los muchos espectadores que no son del Madrid, que también los hay, aunque le parezca imposible a Rivero, oír cómo una y otra vez Rivero se quejaba del estado del césped del terreno de juego. Un mantra cansino más propio de alguien que estaba narrando el partido para Real Madrid TV que no para TVE. Y la audiencia dijo que ya basta, que ya está harta:

Un 0 a 1 soporífero en un partido de 16os de final de la Copa entre el Cacereño y el Real Madrid, narrado por Juan Carlos Rivero... Hay torturas de la Inquisición menos dolorosas.