Telecinco es un ejército al servicio del gran comandante Paolo Vasile. Incluso sus tótems más intocables, como Jorge Javier Vázquez. El badalonés siempre ha dado la sensación de estar por encima del bien y del mal, de ser un alma libre, pero la realidad es bien diferente. El italiano ordena y el resto, a callar. Una subordinación que el propio protagonista esconde, como cuando hace unos días explicaba que había tomado una decisión firme y personal: no volver a hablar de política en sus programas. Las opiniones de Vázquez generan mucha controversia, especialmente en el sector derechista. Y eso, en el momento político que vivimos, especialmente de cara a las elecciones del 4-M en Madrid, se ha convertido en una línea roja en Mediaset, donde PP y VOX son más 'amiguis' que el resto del arco parlamentario.

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Paolo Vasile y Soraya Sáenz de Santamaría / GTRES

El catalán la has líado buenas en varias ocasiones trinchando a VOX, Ayuso, Casado o el Ciudadanos de Albert Rivera. Sus palabras crearon todo un cisma en la cadena, apagando fuegos con Belén Esteban y otros colaboradores. El presentador escribía hace unos días en 'Lecturas' que eso es cosa del pasado y que no hablaría más: "la gente está hasta las narices. Además, ya saben cómo pienso". Lo que no decía y ahora revela el portal Informalia es que quien estaba hasta las narices era el propietario de la sala de máquinas del grupo audiovisual. Paolo le ha cortado las alas con una advertencia: "mucho mejor si dejamos los temas políticos fuera del plató". Por lo tanto, eso de ponerse un esparadrapo en la boca, como dijo que haría, no ha sido por voluntad propia, si no una orden directa que tiene que acatar. Y Jorge es un buen soldado.

Jorge Javier Vázquez estalla VOX T5

Jorge Javier Vázquez estalla contra VOX / Telecinco

Jorge Javier Belen Esteban

Jorge Javier Vázquez enfrentamiento Belen Esteban / Telecinco

A favor de Jorge Javier juega el estallido del escándalo Rocío Carrasco: tiene otro tema bien polémico donde decir la suya y, sobre todo, a su manera. Veremos si cuando pasa la tormenta política, se mantiene el veto. Hagan sus apuestas.