TV3 tiene un grave problema con la ficción. La cadena ha aumentado de una manera bien visible el presupuesto, tiene más dinero que nunca, pero lo está repartiendo de una manera desigual. Se está haciendo una doble apuesta decidida y arriesgada: por el canal SX3, el nuevo infantil y juvenil que antes se llamaba Súper 3, y por la web 3Cat, un medio donde se estrenan programas de gran formato y muy caros como La travessa de Laura Escanes, que nunca se emiten por TV3. El propósito queda claro: llegar a nuevos públicos que habían abandonado TV3, los jóvenes y los que ya no miran TV convencional sino programas a través de internet. Este enorme gasto está impidiendo que el dinero se gaste al canal principal TV3. Y quien lo está sufriendo especialmente es un departamento históricamente esencial de la cadena: la ficción. No es ni medio normal que TV3, la cadena que tiene las series propias más seguidas del país, solo tenga en emisión el culebrón del mediodía Com si fos ahir. Y de vez en cuando emite una ficción los lunes por la noche, no todos, y no siempre catalanes. Venimos de unas semanas de la serie británica It's a sin y sin serie catalana. Este año se ha estrenado un par, (Això no és Suècia i Jo mai mai) y ahora toca La Academia. La enésima serie de adolescentes, como si las series adultas no merecieran prime time, sobre el fútbol base de un club inventado. El problema es que TV3 no la produce sino que la co-produce, es decir, solo paga una parte. También paga Amazon y quien paga manda: ha obligado a grabarla en castellano. TV3 tiene que doblarla al catalán y no era difícil saber el resultado: da vergüenza.

La serie fue un éxito: 16% el primer capítulo y un 12,5% el segundo. El interés, como pasa siempre, va disminuyendo. Ya pasó con Cites Barcelona, otro artefacto de Amazon y TV3 doblado al catalán, que empezó fuerte y fue perdiendo. El problema es que suena impostada, se oye el doblador cerrado dentro de la sala de doblaje, notamos cómo el actor y el doblador no son lo mismo y cuando lo son, caso de Marc Martínez, sufrimos por ellos. No es lo mismo escuchar a un actor en directo que doblado. Es como ver una película de Almodóvar doblada al catalán, un artificio, un artefacto, un fastidio. TV3 lo justifica como siempre, para abaratar costes. El problema es otro: dinero hay, pero deben decidir cómo repartirlo. Y la ficción, la joya de la Corona, merece mucho más. Los espectadores aceptan ficción extranjera doblada, como el éxito de la serie italiana El paraíso de las señoras, cada tarde. Pero cuando es ficción catalana, hecha en Catalunya y con el imaginario catalán, es horroroso ver cómo TV3 no se puede pagar una serie en catalán y hacer que la doblen al castellano los de Amazon, como hizo Movistar con Merlí. Joel Joan, como muchos espectadores, indignado:

Joel Joan TV3
Joel Joan TV3

"Cornudo y apaleado, vergüenza". Joel Joan dispara con bala, no hay dinero para una serie suya original en catalán pero sí para pagar y doblar La Academia que aquí convertimos en L'Acadèmia. TV3 la paga pero no puede imponer que se hable catalán en la versión original. Y los espectadores tipo de TV3 se quedan con mal gusto de boca, para pagar eso más valía no hacerlo. El drama es que TV3 viene de una época dorada de ficciones, donde se emitía el culebrón diario y por la noche se hacían dos capítulos semanales de Ventdelplà, lunes y martes y a veces una tercera ficción los jueves tipos Kubala Moreno i Manchón, Infidels o Mar de fons, todas de finales de la década del 2000. Ahora la apuesta está en otro lado y los espectadores claman al cielo.

Para acariciar el corazón y las orejas, escuchen el perfecto catalán de su actor principal, un joven catalán a quien la policía ha parado por la calle por su color de piel, el grandioso Ton Vieria:

Con series en castellano original, los nuevos Ton Vieria que miren TV3, o 3XC o 3Cat o como lo llamen en el futuro, no hablarán nunca este catalán. Un tiro al pie de TV3.