Joaquín Sabina no nació en Madrid, pero Madrid le pertenece tanto como sus canciones. Aunque vino al mundo en Úbeda (Jaén), el cantautor siempre ha dicho que es madrileño de adopción. Recorrió Londres y Mallorca, pero fue en la capital donde encontró su lugar, su gente y sus bares. En ellos escribió, cantó, soñó y, por supuesto, bebió. Entre esos templos urbanos, hay uno que guarda una historia centenaria y que Sabina considera casi un refugio: el Café HD, abierto nada menos que desde 1888, y que también inspiró a Ernest Hemingway para escribir parte de su mítica novela “Fiesta”.

El Café HD está situado en el barrio de Argüelles, en plena calle Guzmán el Bueno, y es uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido. Fundado por los hermanos Díez, su nombre conserva las iniciales de los fundadores y mantiene el encanto de las cafeterías clásicas de Madrid. Maderas oscuras, espejos envejecidos, barra de mármol y un ambiente donde se mezclan estudiantes, bohemios y artistas. Sabina lo frecuenta desde hace años. Lo hace sin aspavientos, con su sombrero inseparable.

Un local con solera en el centro de Madrid es uno de los favoritos de Joaquín Sabina

El local, que también fue refugio de Hemingway durante sus años madrileños, respira una mezcla de casticismo y modernidad. El escritor estadounidense solía sentarse cerca de la ventana, libreta en mano, para observar el bullicio de la calle. Allí, entre conversaciones de taberna y aroma a café recién hecho, escribió pasajes de “Fiesta”, su novela ambientada en España. Desde entonces, el café ha sobrevivido a guerras, crisis y modas pasajeras. Hoy, bajo la dirección del chef Javier Goya, sigue siendo un punto de encuentro para quienes buscan algo más que un menú del día.

La cocina del HD ha sabido modernizar la tradición. Su carta incluye desde los clásicos brunchs hasta elaboradas hamburguesas gourmet, hechas con carne de ternera casera y pan brioche. Son el plato más viral del restaurante, y se sirven con patatas fritas HD. “180 gramos de carne según nuestra receta casera”, reza su carta. Por tres euros más, puedes añadir el doble de carne. También ofrecen una versión vegetariana, con mayonesa de pimentón, cebolla encurtida y queso provolone.

Joaquín Sabina GTRES
Joaquín Sabina GTRES

Toda una institución en la capital

Pero el encanto del lugar no está solo en la comida. Es su atmósfera, su mezcla de lo antiguo y lo nuevo. Entre sus espejos se reflejan las historias de generaciones de madrileños. Algunos leen el periódico, otros trabajan con el portátil y unos cuantos, como Sabina, simplemente observan. En sus mesas han nacido letras, versos y proyectos. Es el tipo de sitio donde uno puede perder la noción del tiempo y encontrarse consigo mismo.

Además, el local ofrece una amplia coctelería: bloody mary, piña colada, pisco sour y combinados de autor. Su menú diario sorprende con platos que fusionan lo local y lo global: tataki de atún, poke, estofado de pollo o una tortilla francesa rellena de champiñones. Hay opciones para todos, desde el carnívoro más clásico hasta el vegetariano más exigente.