Joan Manuel Serrat tenía claro que había llegado la hora de bajarse de los escenarios, pero en ningún momento pensaba abandonar la música. Él sigue creando en su tiempo libre, pero también pasando tiempo con los suyos. En estos últimos meses ha cantando en alguno de los eventos a los que ha sido invitado. Como por ejemplo el pasado fin de semana en el Teatro Principal de Mahón. Los menorquines han tenido la oportunidad de ver en directo una vez más al Noi del Poble Sec.

Aunque es natural de Barcelona, Menorca para él es parte de su vida. En la isla balear ha pasado largas temporadas durante las últimas cuatro décadas, especialmente en verano. Era un lugar de descanso cuando finalizaba una larga gira. Allí cuenta con una vivienda, y es el lugar donde reposan para siempre las cenizas de su madre. Quiso llevarla hasta la isla balear, donde le dio el último adiós.
Joan Manuel Serrat encontró en Menorca la paz y tranquilidad que necesitaba
El autor de Mediterráneo regresó por un día a la actividad artística para coronar la gala solidaria 'Voces para una buena causa', a beneficio de la Fundación Clarós y del siguiente objetivo: el tratamiento de pacientes, especialmente niños y niñas, con problemas de audición y malformaciones faciales. "Tengo un compromiso especial con este concierto, primero porque soy patrón de la Fundación Clarós y después porque lo hacen aquí, en mi casa, en Mahón, y en un teatro con el que he tenido tanta relación", aseveró Serrat en la presentación.
Joan Manuel Serrat repite que sigue muy activo. “Me retiré de los escenarios, pero no de la vida. Por desgracia, hay muchos agujeros que hay que tapar en esta sociedad”, concluye.
En Menorca, el cantante puede desconectar, ha encontrado paz y tranquilidad. Su casa está ubicada “junto al mar Mediterráneo”, como su canción tan mítica. Desde esta casa también recibe inspiración y puede componer nuevas canciones.
Esta casa en Menorca se añade a su gran patrimonio entre Madrid y Barcelona. Destacan los enormes ventanales y su gran terraza con acceso a jardín donde se pueden contemplar las vistas del mar y en infinito. De alguna manera siempre ha estado vinculado a esta tierra que ha sentido como propia. En 2006, el cantante editó el disco Mô (nombre local de Maó), como homenaje musical a esa tierra que le ha acompañado en muchas etapas de su vida. A sus 81 años necesita muy poco para sentirse lleno.
