Es uno de los nombres propios del Barça en la segunda mitad de este año que se acaba el miércoles. Uno de los nombres propios en mayúsculas, y por méritos propios. Uno de los jugadores más decisivos e imprescindibles para Hansi Flick y su Barça, que con sus actuaciones descomunales desde que fichó, han ayudado a que el equipo cierre el año como líder destacado de la Liga, con 4 puntos de ventaja sobre su máximo rival, el Real Madrid. Un jugador catalán, brutal, uno de los mejores del mundo en su posición, que ha sido todo un acierto y que ha despertado la admiración de todos los culés: Joan Garcia.
El de Sallent disfruta de unos días de vacaciones estas fiestas navideñas y antes de que él y sus compañeros vuelvan al trabajo y se pongan nuevamente a las órdenes del técnico alemán para empezar el año y seguir con la buena línea de las últimas semanas. Y solo empezar, un plato fuerte. Y es que el sábado, a las 9 de la noche, derby contra el Espanyol. Precisamente, su anterior equipo. No hace falta ser un genio para intuir que Cornellá lo recibirá con mucho cariño, dicho con todo el sarcasmo del mundo. Desde que Joan Garcia dejó el club blanquiazul para fichar por el Barça, la periquitada le ha dicho de todo, menos guapo. Pero al portero parece que le trae sin cuidado lo que digan de él, críticas o insultos. Él solo piensa en trabajar y defender la portería de su nuevo equipo. Y vaya si lo está haciendo. Con actuaciones y paradas estelares, propias de lo que es, uno de los mejores porteros del mundo.
Joan Garcia llegará al partido contra el Espanyol en un estado de forma brutal, siendo un fijo en el once de Flick, que no se lo pensó ni un segundo a pesar de la competencia con el capitán del Barça, Ter Stegen, o con 'Chesny'. La portería del Barça es suya, y él vive feliz su momento profesional que, si Luis de la Fuente no se vuelve loco, debería llevarle también al próximo Mundial, como uno de los tres porteros de la selección española. Joan sabe que se encuentra en un momento excepcional, y no solo futbolísticamente hablando. Porque en el plano personal, no puede ser más feliz al lado de su pareja, la mujer que ama, Anna Pesarrodona. El jugador azulgrana y la diseñadora gráfica están disfrutando de unos merecidos días de vacaciones en una ciudad maravillosa, como Viena. La parejita, en la capital austriaca, han disfrutado de una Navidad fría, pero llena de luz. Una Navidad abrigados y juntos, paseando y dejándose perder y acoger por las calles y edificios de esta ciudad imperial.
Joan y Anna han estado en Viena mirando luces, paseando con los perros, descansando al lado de un árbol de Navidad, cocinando y con una sonrisa de oreja a oreja, a pesar de la nieve que caía en muchos momentos de su estancia
Y ahora, para poner la guinda al pastel, Joan y Anna han regalado unas imágenes preciosas de su paso por Viena. Unas fotos de esas que se hacen las parejas enamoradas en un fotomatón, una secuencia extraordinaria donde se les ve, en la última de las tres imágenes, dándose un beso que ha acabado de derretir a los fans.
Joan y Anna, maravillosos. Los culés esperamos que el portero del Barça haya cargado pilas y encare el partido del sábado en Cornellà con todo el optimismo y confianza del mundo para empezar el año con una victoria en el campo del Espanyol.