A vueltas con los límites del humor. Los comediantes disfrutan rozándolos y los tuiteros escandalizándose. Una rueda sin fin que ha tenido su penúltimo episodio en TV3. Jair Domínguez juega a iconoclasta y como ve a Malcom del Barça una patata de jugador prometió esto antes del Barça-Madrid:

Dicho y hecho: Messi al banquillo, Malcom marca el único gol del Barça y Domínguez cumple la apuesta con un disfraz muy conseguido. El número 2 de Toni Soler se tuvo que afeitar la barba, pintarse un bigotillo y ponerse flequillo y uniforme militar. Los guionistas sustituyeron la esvástica por el logo del programa. He aquí el límite del humor: disfraz sí, recuperar la esvástica no. Domínguez empieza el programa así, en lugar de Heil Hitler dice Jair Hitler pero no osó mantener las pintas todo el programa.

Toni Soler, irónico: "Tenemos que hacer ver que no pasa nada y que en la TV pública no hay un tio vestido de Hitler. Tranquilos, no pasa nada. Antes de vestirte así la prensa de Madrid ya te llamaba nazi catalán". Jair le lanza "Esta nariz tuya de judío me está poniendo un poco nervioso". Y de la alta traición de Pedro Sánchez dijo "¡Que lo ejecuten!". Acaba comparando la propaganda de la manifestación del domingo con "Es como lo de Joseph... Goebbels". Toni Soler lo acaba "Al final intervendrán TV3 con razón". Sarcasmo con el holocausto. A algunos les ha ofendido, cómo era de esperar. Tanto que el mismo Jair ha redifundido un tuitero indignado.

Los límites del humor son siempre los mismos: si hace gracia está bien hecho. Siempre habrá alguien molesto. El programa hizo un 17,9% y más de 400 mil catalanes disfrutando del sano sarcasmo de burlarse de un genocida suicidado. Quien vea en el gag que se humilla a las víctimas del nazismo es porque tiene ganas verlo.