Ignacio Garriga, diputado catalán de VOX, no quiere ver el pecho de los usuarios en las piscinas municipales de Barcelona. Perdón, rectificamos: No quiere ver los pechos de las USUARIAS. No, no los quiere porque sus hijos podrían acabar trastornados por las tetas femeninas, peligrosas armas de adoctrinamiento feminazi. No como ver el "pecho peludo" de los machos, que como todo el mundo sabe (según el ideario de la caverna) fortalece el espíritu y nos hace mejores personas. Como siempre, los ultraderechistas al frente de la tolerancia. De la normalidad. De la convivencia. Haciendo amigos.

Sí, como era de esperar ha hecho un montón de amigos. Conociendo a los personajes que abundan a su partido, seguramente es lo que buscaba. Pero ya que está tan preocupado por lo que pensarán sus descendientes, que les haga una cata de lo que se ha escrito en las redes sociales en torno a su cruzada antitopless. Quizás así pueden contrastar versiones y, libremente, decidir su opinión. Seguramente acabarán sometidos por el 'cuñadismo' que han aprendido en casa, pero "el saber no ocupa lugar".

Ignacio Garriga Vox - Anna Solé

Ignacio Garriga VOX - Anna Solé

A Garriga, un habitual de clubs ultras en Barcelona, sólo le ha faltado un buen tópico machista (como el del torero Fran Rivera y "los hombres no pueden guardar vídeos así"): Algo así como "es que van provocando". La provocación, sin embargo, es su forma de vida, de supervivencia y de tener la 'paguita' a final de mes. Mientras tanto, siguen soñando con la Edad Media. Por cierto, Ignacio, te esperamos en la piscina con tu neopreno. No sea que tus pezones escandalicen a nuestras criaturas.