Joaquín Sabina lleva años con la misma mujer, pero no es la madre de sus dos hijas, ni tampoco ha sido un hombre de una sola mujer. El corazón del cantante lo han ocupado hasta cuatro personas, y alguna amante. Siempre ha sido muy honesto y ha reconocido que “no he sido un buen padre, ni un marido, ni un amante ejemplar”. A sus hijas no ha podido dedicarles el tiempo suficiente cuando eran pequeñas por sus giras, a su mujer la engañó con otra persona, ni tan siquiera supo cuidar a la amante. Por suerte, hace treinta años que su camino se enderezó, cuando conoció a su actual pareja, Jimena Coronado, en Lima en 1994. Se casaron en 2020 porque el cantante no quería que ella se quedase sin nada si le pasaba algo a él.

Joaquin Sabina y Jimena Coronado

Reconoce que siempre ha huido del compromiso, pero en esta ocasión quiso hacer las cosas bien, aprendió de los errores del pasado. "En todas mis idas y venidas a los hospitales, incluida la última, siempre he pensado que si me pasa algo, quiero que tenga papeles que le den todo tipo de derechos". Y añadía una frase que define su visión del amor. "Lo mejor es verte en los ojos de la otra persona, porque no te ves tal como eres, sino mejorado”.

Joaquín Sabina pide perdón a sus dos hijas 

Con Isabel Oliart, su otra mujer, tuvo a sus dos únicas hijas, “la verdad es que he tenido suerte, son estupendas. No van diciendo por ahí que son mis hijas, ni mucho menos. Sus amigos íntimos lo saben, pero el resto de la gente no", dijo el cantante en 2009, en una entrevista concedida a la revista Rolling Stone. No les ha interesado lo más mínimo el mundo de la fama. De hecho, ninguna de las dos lleva el apellido Sabina, han preferido mantener el primer apellido de su padre, Martínez, y el primero de su madre, Oliart. "Un día les propuse si querían cambiarse el apellido, porque al fin y al cabo Sabina es el que yo me he hecho y me dijeron: Ni hablar", contó el artista con orgullo.

Las dos han llevado una vida discreta, alejada del foco mediático, aunque una de ellas ha ganado en una ocasión el Goya. Nunca se casó con Isabel Oliart, pero fue una de las parejas más longevas del cantante. Estuvieron juntos 12 años, aunque su relación no era tan idílica. En aquella época tuvo una amante, y la madre de sus hijas era conocedora de ello. Esto provocó un importante distanciamiento con sus hijas durante un tiempo, hasta que también aprendió de sus errores.

"La verdad es que no entiendo por qué tenemos que ser personajes. Desde muy pequeñas nuestro padre ha intentado protegernos de la prensa y aunque es cierto que nuestra vida profesional se ha cruzado en algún momento, el importante es él y sus conciertos, no nosotras", declaró, ya adulta, Carmela en unas palabras recogidas por la revista Vanity Fair.

"Digamos que yo no empecé a hablar con mis hijas hasta que tuvieron edad de hablar conmigo. También es verdad que aquella época yo daba 120 conciertos al año y ellas cuando veían un avión decían: 'Adiós, papá", reconoció Joaquín Sabina.

Joaquín Sabina