Como buen amante de la música, y así lo tendrá que complacer hasta el próximo mes de Mayo, el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, recibió ayer en su ciudad a todas las delegaciones de Eurovisión. Y no lo hizo con los brazos abiertos, sino como un auténtico flautista de Hamelin, tocando en directo el Té Deum de Carpentier, himno oficial de Eurovisión.

Sin duda, una manera cómica para iniciar la cuenta atrás de 4 meses, antes no se celebre el festival en su casa, para sacarse del bolsillo, como por arte de magia, una flauta dulce para tocarla en directo. Huldai, de edad ya avanzada, no brilló tampoco en su discurso de bienvenida en inglés, a pesar de mantener una euforia desbordante.

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Este acto oficializó la ciudad de Tel Aviv como nueva sede de Eurovisión 2019, donde previamente también se procedió al relevo de llaves de las sedes de Eurovisión (símbolo de fraternidad entre los alcaldes) donde el teniente del consistorio de Lisboa (sede del 2018), Duarte Cordeiro le entregó al Sr. Huldai.

Pero el acontecimiento no sólo sirvió para contentar en la cúpula política, sino que también se procedió al sorteo de países que participarán en las dos semifinales. Un proceso muy esmerado donde se tienen en cuenta los bloques ideológicos y culturales del viejo continente, de tal manera que estos, se depositen en diferentes urnas, a fin de que no coincidan en la misma semifinal y así no se favorezca el resultado final. Al mismo tiempo, este sistema se crea para no generar una votación viciosa. Razones que la UER (Unión Europea de Radiodifusión) da para garantizar la igualdad de oportunidades a todos los países participantes.

Este año, el festival contará con 42 países participantes, uno menos que el año pasado. Pues Bulgaria ha renunciado a participar por el coste económico que representaba para la televisión del país. Así, los 42 se repartirán en las dos ya clásicas semifinales (martes 14 y jueves 16 de Mayo) y la gran final del sábado 18, donde los miembros del Big5 (Italia, Francia, Reino Unido, Alemania y España) además de la anfitriona Israel, ya tienen su plaza asegurada sin pasar ningún tipo de filtro.

Este trato especial viene dado desde ya hace algunos años para la organización para dos razones: Garantizar la hegemonía geográfica de los participantes y ser los estados que más dinero aportan a la UER para participar en el concurso.

El majestuoso Museo de Arte Moderno de Tel Aviv fue el escenario de la muestra, donde además, se dio a conocer que España votará a la primera semifinal. Un sistema que permite que los miembros VIP (Big5) también tengan derecho al voto a las semifinales y no únicamente a la final. Sin embargo, RTVE ya ha confirmado que emitirá las dos semifinales en directo por La 2.

Como su propio eslogan indica, Dare To Dream, Tel Aviv espera hacer realidad su sueño acogiendo el concurso más longevo de la música europea, que a pesar de las reticencias políticas iniciales de algunos estados para viajar hacia Israel, Eurovisión hará liberarse de todos los perjuicios ideológicos y sociales para compartir una semana intensa de convivencia musical.