En 2002, Mai Meneses entró por la puerta grande al fenómeno musical más impactante de la televisión española: Operación Triunfo. Como David Bisbal o David Bustamante, fue una estrella de la factoría de Gestmusic. Aunque su paso por el programa fue breve, siendo la primera expulsada de la segunda edición, donde triunfó Manuel Carrasco, eso no impidió que dejara una huella profunda en la historia del pop español.

Fuera del foco de la academia, Mai decidió construir su carrera desde cero, dando vida al proyecto Nena Daconte, un nombre que más tarde sería sinónimo de éxito, melancolía y poesía pop. Su primer disco, He perdido los zapatos, autoeditado con gran esfuerzo, marcó el inicio de una era. Canciones como ‘En qué estrella estará’ o ‘Tenía tanto que darte’ se convirtieron en himnos generacionales, y el dúo que formó con Kim Fanlo fue aclamado por crítica y público.

Mai Meneses en Operación Triunfo RTVE.es
Mai Meneses en 'Operación Triunfo' / RTVE.es

Mai Meneses, "Nena Daconte", no pudo sobrellevar el peso de la fama

Pese a los premios y el reconocimiento como grupo revelación, la relación profesional y personal entre ambos se rompió en 2010. Mai logró conservar el nombre artístico y siguió su camino en solitario, manteniéndose bajo el paraguas de Universal Music. Parecía que todo iba bien. Nena Daconte estaba en lo más alto. Pero, lejos de lo que mostraban los focos, Mai se enfrentaba a una batalla silenciosa: el peso de la fama la estaba aplastando.

La artista confesó que, tras alcanzar la cima, cayó en una profunda crisis emocional. Lo que para muchos era un sueño cumplido, para ella se transformó en un entorno asfixiante, lleno de presión, dudas e inseguridades. “Vivía con el síndrome de la impostora, como si no mereciera nada de lo bueno que me pasaba”, relató en una entrevista reciente.

Refugiada en el alcohol

Fue entonces cuando buscó refugio en el alcohol, y lo que comenzó como una vía de escape acabó por convertirse en una adicción destructiva. “El alcohol me ayudaba a evadirme. Me daba una falsa felicidad, momentánea y vacía”, reconocía. A eso se sumaron episodios de paranoia y ansiedad, que terminaron por desconectarla de la realidad.

Mai Meneses MEDIASET
Mai Meneses / MEDIASET

El punto de inflexión llegó cuando entendió que el éxito no valía nada si su salud mental se derrumbaba. “Tuve que aceptar que el éxito me estaba matando lentamente. Y decidí parar”, confesó. En ese momento, apostó por su recuperación, alejándose de la industria y priorizando su bienestar y el de su familia.

Durante un tiempo vivió en Dallas, formando una familia junto a su marido y sus dos hijos. En 2019, volvió a la música, ya desde otra perspectiva, más libre, más consciente, más humana. A día de hoy, Nena Daconte sigue componiendo, dejando cada vez más lejos su etapa más oscura.