Tamara Falcó e Íñigo Onieva han sido dos de los nombres que más han sonado en la prensa del corazón en las últimas semanas. Su ruptura ha  tenido gran repercusión en los programas de salsa rosa y en las revistas de papel cuché. Una separación que ha echado por tierra algunos de los planes que la pareja tenía en común a corto, medio y largo plazo.

Uno de ellos tiene que ver con la boda. Días antes de que saliera a la luz el vídeo en el que Íñigo aparecía comiéndose la boca con una joven, Onieva le había pedido matrimonio y había obtenido respuesta positiva. Un enlace que le hacía especial ilusión a Tamara, pues la marquesa de Griñón es una mujer muy creyente. Sin embargo, como era de esperar, la boda se fue al traste.

Tamara Falcó e Iñigo Onieva
Tamara Falcó e Iñigo Onieva

No habrá restaurante de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Pero hay más. Otro de los proyectos que se ha quedado en agua de borrajas es la apertura de un restaurante en común. Falcó tiene una gran pasión por la cocina. Después de ganar ‘MasterChef Celebrity 4’, Tamara quiso ampliar sus conocimientos culinarios y se graduó como chef en la escuela Le Cordon Bleu, uno de los centros más prestigiosos del mundo. Y se había planteado abrir su restaurante junto a Íñigo. “Mi foco ahora está puesto en la restauración. Y con Tamara tengo previsto abrir un restaurante, a ella le encanta la gastronomía, y juntos vamos a montar un negocio”, decía Onieva en una entrevista para Cinco Días el pasado mes de mayo.

Uno de los lugares donde se plantearon abrir el local fue en El Rincón, el palacio que le dejó en herencia su padre, Carlos Falcó, y que está situado en Aldea del Fresno. Un lugar que habrás visto si has visualizado la serie de Netflix ‘La Marquesa’. Y es que el último capítulo está dedicado a la cena de gala que Tamara ofreció a su madre, Isabel Preysler, a su pareja, Mario Vargas Llosa, a otros miembros de la familia como Ana Boyer y su marido Fernando Verdasco, y amigos como Boris Izaguirre. Sin embargo, este proyecto también se ha ido al traste después de la ruptura de la pareja.

Enrique Iglesias no intervendrá en las diferencias entre su hermana e Íñigo Onieva

El proyecto que sí sigue en marcha es la discoteca Lula Club, el local de ocio que Íñigo abrió bajo el paraguas de Tamara y que está situado en plena Gran Vía de Madrid. Además, también es el director de Mabel Hospitality, del Grupo Tatel, en el que participan otros socios VIP como  Rafa Nadal, Pau Gasol, Cristiano Ronaldo y Enrique Iglesias.

Un Enrique Iglesias que, como al resto de la familia, no le ha gustado en absoluto el engaño de Íñigo. Y que podría incitar a Onieva a dejar el Club Lula para que se aleje por completo de Tamara y su familia. Sin embargo, el cantante es de los que separa los negocios de familia. Y no meterá baza en ninguno de los negocios que tiene el que es su asociado en el Grupo Tatel.

Lo que ha hecho Íñigo tampoco ha gustado a la que iba a ser su suegra, Isabel Preysler. No obstante viendo las puyitas que Isabel le tiraba a su yerno en la cena celebrada en El Rincón, puede que la ex de Julio Iglesias se alegre de que haya ocurrido para perderlo de vista.