Payaso, y de familia de payasos (hijo del recordado Miliki). Después, presentador y actor de programas y series inolvidables y muy exitosos como Ni en vivo ni en directo, VIP, El gran juego de la oca o sobre todo, Médico de familia, la serie de Telecinco con la que lo petó. Emilio Aragón recuerda cómo "Son épocas que no van a volver. Las audiencias que nosotros teníamos entonces... Yo recuerdo que la media eran 9, 10 millones de telespectadores. El final de una de las temporadas fue incluso más que una final de futbol. Era una popularidad muy bonita, pero había días que era complicado salir a la calle o al parque con tus hijos. Pero sarna con gusto no pica", ha dicho en El matí de Catalunya Ràdio con Ricard Ustrell. Una serie, en la que hacía del doctor 'Nacho Martín', que hacía que los martes, en TV3, Toni Soler, Rosa Andreu y Albert Om, que hacían el Malalts de tele a la misma hora, aplaudieran y anunciaran que "¡Se ha acabado 'Médico de familia'!!" cuando el capítulo se acababa y deducían que muchos espectadores catalanes habían cambiado de canal y ya miraban TV3.
Más allá de su faceta como actor, músico, payaso o productor, Aragón también escribe. De hecho, ha ido al matinal de Catalunya Ràdio a "hablar de mi libro", como diría Paco Umbral. En este caso, la publicación de su segunda novela juvenil, Telmo lobo, la leyenda del pirata. Quien iba a decirle a él que haría la carrera que ha hecho en España, que en la década de los 90 sería posiblemente la persona más famosa del país, y que tendría el éxito que ha tenido, cuando aterrizó en Madrid con 14 años. De su vida de joven, y de su lengua, también ha hablado... y en catalán. Con su habitual sonrisa traviesa, le dice a Ustrell que "mi catalán es terrible, pero estoy muy contento. Lo hablo un poco, fantástico, no, pero lo intentaré, ¿eh?". Un Emilio Aragón que se confiesa un enamorado de nuestra casa: "Yo he vivido una época maravillosa de mi vida, en el año 82-83, en Barcelona". Era la época de Ni en vivo ni en directo, aquel programa que hizo con 22 años donde seguía una línea blanca y donde saludaba de esta manera: "Buenas tardes: soy Emilio Aragón y usted no lo es".
"Viví dos años aquí, y yo me siento en Barcelona como en casa. Además, quien hizo las veces de mi padre fue Miquel Fortuny y con su familia me une no solamente una amistad, es algo más, somos casi familia. Me unen muchas cosas", dice del realizador del programa. A Aragón le ponen un fragmento de aquel programa que lo une a Catalunya y al oírlo dice que se le notaba todavía el acento. Él llegó a España en 1973 con 14 años, "venía de Buenos Aires, con un acento porteño, de madre cubana, su acento es muy importante. Cuando hablo con ella, la gente se sorprende. Viviendo en Sudamérica, Centroamérica, Estados Unidos..., cuando llegué aquí me tuve que imponer por una cuestión de adaptación". Adaptación a la lengua. "Por ejemplo la 'zeta', yo decía la 'seta', la 'cansión'"
Y preguntado por los 50 años de la muerte de Franco, dice que "yo no crecí con todo aquello. Yo cuando llegué, dos años después murió este señor. A mí, el aniversario que más me duele fue ayer, el de la muerte de mi padre, que ayer hizo 12 años que nos dejó", y del que me acuerdo de él todos los días".
