Elon Musk lleva años obsesionado con un objetivo: derrotar a la muerte. Su idea es radical. Su visión, casi de ciencia ficción. Para él, la clave está en fusionar cerebro y máquina. En menos de dos décadas, asegura, podremos subir nuestra conciencia a un cuerpo robótico. Una promesa: ser inmortales.

La teoría parte de dos pilares. Primero, Neuralink, su empresa creada en 2020, encargada de conectar nuestro cerebro a un sistema digital. Segundo, Optimus, el robot humanoide de Tesla. La combinación de ambos permitiría que recuerdos, emociones y personalidad se almacenen para siempre. La mente seguiría viva en un Optimus Bot, liberada del cuerpo humano y sus límites biológicos.

Elon Musk

Los chinos adelantan a Elon Musk en la búsqueda del elixir de la vida eterna

Pero mientras Musk imagina un futuro dominado por robots inmortales, China ha decidido seguir otro camino. Mucho más tradicional. Y, según sus creadores, mucho más realista. Allí, una empresa afirma haber desarrollado una cápsula antienvejecimiento que podría alargar la vida humana hasta los 150 años. Sin chips cerebrales. Sin robots. Solo una pastilla.

La compañía se llama Lonvi Biosciences y tiene sede en Shenzhen. Su apuesta se basa en la molécula PCC1, extraída de la semilla de uva. Según la empresa, este compuesto actúa contra las llamadas “células zombi”, células envejecidas que provocan inflamación y enfermedades ligadas al paso del tiempo. Y si se combaten estas células, dicen, se puede prolongar la vida. Y no solo la duración, sino también la calidad.

Una pastilla para vivir 150 años

De acuerdo con el New York Times, Lonvi ya ha probado el fármaco en ratones. Los resultados son llamativos. Vivieron más. Vivieron mejor. Amplió la longevidad y el healthspan, el periodo con buena salud. Su director tecnológico, Lyu Qinghua, no se esconde. Dice que “vivir hasta los 150 años es totalmente realista”. Y que incluso podría ser una realidad “en algunos años”.

Imagen de un laboratorio | Freepik

El proyecto no es aislado. Forma parte de una estrategia mayor. El gobierno chino ha colocado la ciencia de la longevidad entre sus prioridades, junto con la biotecnología y la inteligencia artificial. Lonvi asegura que su compuesto podría convertirse en una herramienta preventiva para reducir el riesgo de enfermedades de la edad. Y que funciona mejor combinado con un estilo de vida saludable.

Los estudios en ratones muestran aumentos de esperanza de vida del 9% al 64%, según la etapa de administración. Además, los científicos insisten en algo: la molécula elimina células envejecidas sin dañar las sanas. 

Sin embargo, hay dudas. No hay ensayos en humanos. No hay estudios independientes ni hay datos revisados. Varios expertos mantienen una postura escéptica. En cualquier caso, Lonvi no promete inmortalidad, pero sí una pieza más en el gran rompecabezas de la longevidad.