La vida de Elsa Pataky y Chris Hemsworth dio un giro radical hace una década. La pareja dejó atrás Estados Unidos y puso rumbo a Australia, buscando calma, raíces y un paisaje que encajara mejor con su forma de vivir. Desde 2015 se instalaron en Byron Bay, un enclave donde el océano y la selva se mezclan sin pedir permiso. Allí levantaron una casa que hoy es un símbolo de su estilo de vida: sostenible, minimalista y profundamente conectada con la naturaleza.
Todo empezó en 2014, cuando compraron un terreno de más de 4,2 hectáreas. Pagaron 7 millones de dólares australianos por una colina con vistas al mar, rodeada de la reserva natural de Broken Head. Querían una vivienda diseñada desde cero. Con su ritmo. Con su horizonte. Con su identidad. Por eso eligieron al estudio Poss Architecture + Planning, conocido por integrar la arquitectura en el paisaje sin forzarlo.
Así es la casa de Elsa Pataky y Chris Hemsworth en Australia
El resultado es una mansión de líneas limpias. Con ventanales del suelo al techo. Con pasillos que parecen extenderse hacia el exterior. Todo está pensado para que la luz entre sin obstáculos y para que ninguna estancia quede aislada del entorno. La casa principal se eleva sobre la colina, pero sin romper la estética del lugar. Es grande, sí, pero no pretende imponerse. Busca dialogar con el paisaje.
La construcción duró unos tres años. Generó polémica entre algunos vecinos, preocupados por el impacto de la obra. Pero las críticas no frenaron el proyecto. Hoy la propiedad está valorada en 20 millones de dólares australianos, una cifra que refleja el boom inmobiliario de la zona. Byron Bay es uno de los rincones más exclusivos del país y cada vez más inaccesible para quienes no pertenecen a la élite económica.
Donde la naturaleza y el lujo se complementan
Dentro de la vivienda, la amplitud es protagonista. La casa cuenta con seis dormitorios, diez baños, un cine privado, un gimnasio profesional, un spa, sauna, estudio de grabación y un enorme garaje para diez coches. Los niños tienen una sala de juegos que parece sacada de un resort. Todo respira espacio, calma y orden.
La decoración sigue una línea minimalista. Colores neutros. Grises suaves. Muebles de líneas puras. Textiles blancos que aportan serenidad. Pero no es una casa fría. Ese equilibrio lo aporta la madera reciclada, usada en puertas, mesas y marcos. El diseñador Lee Brennan integró piezas recuperadas para añadir calidez y un toque retro a un hogar de esencia moderna e industrial.
El exterior es aún más espectacular. Una piscina infinita de 50 metros se abre hacia el océano. A su lado, una cocina exterior y una gran zona de barbacoa. Las hectáreas que rodean la vivienda mezclan jardines cuidados con áreas más salvajes donde prospera la fauna subtropical. Hay praderas para los caballos, una pequeña granja y varios talleres donde la familia disfruta del bricolaje. En esta casa, lujo y naturaleza no compiten. Se complementan. Y esa es la verdadera esencia del refugio australiano de Elsa Pataky.