Eduard Punset ha fallecido hoy en Barcelona a los 82 años después de una larga enfermedad. El divulgador científico, exconseller de la Generalitat y exministro del gobierno español, es conocido también por una amplia obra literaria y por presentar Redes, el programa de ciencia de TVE que condujo durante casi dos décadas, entre 1996 y 2014.

Eduard Punset - ACN

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El vacío que queda por la pérdida de Eduard Punset es enorme, sobre todo en la familia. Atrás deja a sus tres hijas, Elsa, Carolina y Nadia; y a su mujer Suzel, con quien se casó ahora hace 60 años. Dos de sus hijas, Elsa y Carolina Punset, son muy conocidas por su actividad pública. Nadia, en cambio, siempre ha preferido llevar una vida más discreta.

En las redes sociales, Carolina ha homenajeado a su padre con esta fotografía de cuando era pequeña, abrazada a Eduard. “Es tan duro despedirse... que no me abandone nunca tu alegría y tu optimismo. Pierdo un referente irremplazable. Aleko y yo te echaremos terriblemente de menos. El Aleko es el hijo que Carolina tuvo con Alexis Marí, su marido, a quien conoció cuando los dos eran diputados de Ciudadanos en el País Valencià. Ahora, ninguno de los dos forma parte del partido de Rivera: los acusan de ser parte del problema político en Catalunya, y no de la solución.

El yerno de Eduard Punset también lo recuerda en su cuenta de Twitter: “Me has enseñado mucho. Mi agradecimiento y mi respeto, escribe Marí. En una de las fotografías que acompañan el tuit, el divulgador científico sonríe al lado de su nieto recién nacido y que se encontraba entonces en la incubadora.

Elsa Punset, mujer de ciencias como su padre, colaboradora de Redes y de El Hormiguero, también lo ha homenajeado en la red, compartiendo el vídeomontaje con el que la familia ha comunicado la muerte de Eduard y que ya cuenta con casi 300.000 reproducciones.

El periodista Albert Om pasó, en el año 2009, uno días en casa de Eduard Punset para grabar un capítulo de El convidat de TV3. Durante el programa, el científico sorprendió a la audiencia afirmando que "no está demostrado que me moriré". Hoy, diez años después, son muchos los que recuerdan esas palabras. Descanse en paz.