Dwayne Johnson, más conocido como ‘The Rock’, no deja de sorprender al mundo con sus impactantes rutinas de entrenamiento. El actor y exluchador, que se ha convertido en un ícono del fitness global, ha revelado finalmente cómo ha conseguido esas piernas a prueba de bombas que tanto llaman la atención. Y aunque muchos esperaban un truco sofisticado o un método exclusivo de Hollywood, lo cierto es que su secreto es mucho más sencillo, pero igual de exigente para el desarrollo muscular. “Mi cuerpo adora este enfoque”, habría comentado. El héroe de acción, que suele compartir sus entrenamientos en redes sociales, confesó que su rutina para fortalecer cuádriceps y glúteos se basa en una estrategia inesperada: terminar su sesión con sentadillas. Un gesto aparentemente simple que, según él, ha cambiado por completo la manera en la que su cuerpo responde al ejercicio.

El método implacable de The Rock para transformar la fatiga en fuerza

Lejos de ser un capricho, el método tiene un trasfondo científico. Johnson explicó que, tras varias operaciones y lesiones graves, su cuerpo necesitaba un sistema que no solo le ayudara a entrenar, sino también a protegerse de nuevas dolencias. "Después de cuatro operaciones de rodilla, un desgarro de Aquiles, un desgarro de cuádriceps, un desgarro de aductores, dos roturas de disco lumbar y un desgarro de la pared abdominal, mi cuerpo adora este enfoque y esta estrategia de entrenamiento", confesó.

El truco consiste en reservar las sentadillas para el final, cuando los músculos ya están fatigados. Esta decisión, que podría sonar arriesgada, permite al cuerpo reclutar un mayor número de fibras musculares. Como resultado, incluso con cargas más livianas, el estímulo para la hipertrofia es mucho más intenso y profundo. Además, al trabajar en ese estado de agotamiento, se incrementa la producción de ácido láctico, lo que genera esa famosa sensación de quemazón que tanto temen —y al mismo tiempo desean— los amantes del gimnasio.

La técnica secreta de Dwayne Johnson en sus entrenamientos de pierna

Para perfeccionar esta rutina, Johnson no se limita a las sentadillas convencionales. Utiliza una plataforma inclinada en 30 grados que redirige el esfuerzo hacia glúteos e isquiotibiales, zonas fundamentales para conseguir ese aspecto macizo y equilibrado que define sus piernas. Según su propio testimonio, realiza cuatro series de 15 repeticiones, siempre con movimientos controlados y pausas estratégicas al final de cada fase.

Este detalle, aparentemente insignificante, marca la diferencia. Al ralentizar el movimiento, aumenta la tensión muscular y, con ella, el estímulo para la hipertrofia. Una técnica que no solo ha permitido a The Rock desarrollar unas piernas espectaculares, sino que también lo ha ayudado a superar sus antiguas lesiones y mantenerse activo en producciones cinematográficas que exigen lo máximo de su físico.

Incorporar este enfoque puede ser la pieza que falta en el entrenamiento de muchos. La lección que Johnson comparte con sus millones de seguidores es clara: escuchar al cuerpo y desafiar la rutina tradicional puede abrir la puerta a resultados sorprendentes. Y si algo demuestra la imponente figura de The Rock es que, cuando se trata de disciplina y constancia, no existen atajos, aunque sí existen estrategias inteligentes que transforman el esfuerzo y la fatiga en fuerza y poder.